En Argentina, una de cada cuatro personas pertenecientes a hogares de menores ingresos no tiene cerca un espacio verde. Esta alarmante realidad pone de manifiesto un problema que va mucho más allá de lo meramente estético: la falta de acceso a áreas verdes públicas tiene un impacto negativo en la salud física y mental de los ciudadanos, aumentando los niveles de estrés y desalentando la actividad física.
Según el Atlas de Espacios Verdes de las Ciudades Argentinas, los habitantes de las principales ciudades del país tienen que caminar en promedio 4 minutos y 27 segundos para llegar al espacio verde público más próximo. Sin embargo, esta cifra oculta una realidad mucho más compleja, con fuertes desigualdades en el acceso según el nivel socioeconómico de los habitantes.
Ciudades Desiguales: El Caso del Gran Buenos Aires y Mendoza
El Gran Buenos Aires es un claro ejemplo de esta problemática, con una baja oferta de espacios públicos y una alta densidad de población. Incluso los estratos sociales altos se ven afectados por la escasez de parques y plazas, a diferencia de otros núcleos urbanos donde los barrios acomodados cuentan con mejores opciones.
Por otro lado, el Gran Mendoza muestra una clara desigualdad en el acceso a espacios verdes. Mientras que el 10% más rico de la población tiene una gran cantidad de espacio verde público a pocos minutos de caminata, el resto de los habitantes, en particular los de bajos recursos, tienen una oferta mucho menor.
Ciudades Más Igualitarias: El Caso de Viedma-Carmen de Patagones
En contraste, el dúo Viedma-Carmen de Patagones se destaca por mostrar mejores índices de accesibilidad a espacios verdes. La gran mayoría de sus habitantes tiene un espacio verde público a menos de 10 minutos de caminata, incluso en los barrios de menor nivel socioeconómico.
Según Juan Ignacio Casadei, subsecretario de Servicios Públicos de Viedma, esto se debe en parte a que la ciudad ya cuenta con 65.000 metros cuadrados de parque, por lo que el enfoque actual se centra en mejorar la iluminación, los juegos y el mobiliario urbano, en alianza con el sector privado.
Estrategias para Cerrar la Brecha
Para cerrar la brecha de acceso a espacios verdes, las ciudades argentinas pueden implementar una serie de estrategias innovadoras:
1. Refuncionalizar Espacios Existentes
Aprovechar las grandes extensiones forestadas o parquizadas de acceso restringido, como los playones ferroviarios, calles cerradas al tránsito, lotes ociosos e inmuebles abandonados, para convertirlos en parques y plazas públicas.
2. Fondos Internacionales para Adaptación al Cambio Climático
Las ciudades argentinas incluso pueden aplicar a fondos internacionales para la creación de parques o plazas, como los del Green Climate Fund o el Banco Interamericano de Desarrollo, bajo la idea de que es una acción de adaptación al cambio climático.
3. Priorizar la Equidad en la Inversión
Evitar la tendencia de priorizar la mejora de los espacios verdes en los barrios céntricos y acomodados, y en su lugar, enfocar los esfuerzos en las zonas periféricas y de bajos recursos, donde el acceso a estos espacios es más limitado.
Con una visión integral y un compromiso firme con la equidad, las ciudades argentinas pueden transformar sus espacios públicos, garantizando que todos sus habitantes, independientemente de su nivel socioeconómico, tengan acceso a los beneficios de una vida más verde y saludable.
