Argentina, considerado históricamente un país de inmigrantes, se enfrenta a una nueva realidad con la reciente reforma migratoria impulsada por el gobierno de Javier Milei. El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 366/2025 ha desatado una ola de preocupación y rechazo entre la comunidad migrante y los defensores de los derechos humanos, quienes advierten que esta medida representa un retroceso antidemocrático y una amenaza a la inclusión.
Criminalización y Exclusión: El Nuevo Paradigma Migratorio
El DNU redefine al migrante como una “amenaza” y un “riesgo a contener”, instalando un enfoque de control y desconfianza en lugar de la hospitalidad y el respeto a los derechos. Según la abogada e investigadora peruana Raisha Correa, este giro normativo no es casual, sino que responde a un discurso antiinmigrante que se ha fortalecido en el país, inspirado en las políticas migratorias del norte global.
La reforma modifica cuatro leyes estructurales, ampliando las causales de expulsión, restringiendo el acceso a la residencia permanente y limitando el debido proceso. Angie Frezza, abogada argentina, advierte que “esta reforma vulnera derechos, rompe vidas y traiciona nuestra historia como país de puertas abiertas”.
Salud y Educación en Jaque
Uno de los aspectos más preocupantes del DNU es su impacto en el acceso a derechos fundamentales como la salud y la educación. El decreto generaliza un modelo de exclusión sanitaria, atando el acceso pleno a la salud pública a la residencia permanente o la capacidad de pago.
Dhéo Carvalho, un brasileño que estudia y trabaja en el sistema de salud argentino, señala la paradoja de que el propio sistema de salud está sostenido por personal migrante, quienes ahora podrían ver restringido su acceso a estos servicios. “La salud no tiene fronteras, es un asunto de derechos humanos”, afirma.
En el campo educativo, el DNU también impone nuevas barreras, a pesar de que los datos muestran que la población migrante representa una pequeña fracción de los estudiantes en universidades públicas y privadas.
La Lucha por la Inclusión y el Voto Migrante
La comunidad migrante en Argentina ha sido históricamente activa en la defensa de sus derechos, logrando avances como el voto en elecciones locales y provinciales. Sin embargo, en las últimas elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, solo el 14,7% del padrón migrante acudió a las urnas, y de estos, un 39,4% apoyó al candidato del gobierno de Milei, quien impulsó la reforma migratoria.
Referentes migrantes como Verónica García Valeirón y Luisa Morales señalan que el desinterés y la desinformación, sumados a un contexto de criminalización y discursos xenófobos, han dificultado la movilización del voto migrante. Pero advierten que la lucha por los derechos no puede quedar en manos de la comunidad migrante, sino que interpela al conjunto de la sociedad.
Conclusión: Defender la Inclusión, Construir un País para Todos
La reforma migratoria impulsada por el gobierno de Milei representa un retroceso en los derechos de la población migrante en Argentina. Activistas, expertos y miembros de la comunidad migrante se unen en la defensa de un país que respete la diversidad y garantice el acceso a derechos fundamentales como la salud y la educación, independientemente del lugar de origen. La lucha por la inclusión es una tarea de toda la sociedad, que debe alzar su voz para mantener a Argentina como un país de puertas abiertas.