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jueves, julio 24, 2025

Cuando la Salud se Convierte en Lujo: El Desmantelamiento del Sistema Público Argentino

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Argentina solía tener un sistema de salud público reconocido a nivel global por su desarrollo en recursos humanos, capacidad científica y orientación hacia el cuidado de los sectores más vulnerables. Sin embargo, desde 2024, este entramado de políticas públicas, instituciones y vínculos comunitarios enfrenta un proyecto explícito de desmantelamiento.

Lejos de un simple ajuste presupuestario, se trata de una voluntad destructiva que deslegitima lo público y desplaza al Estado de su responsabilidad como garante de derechos. Por primera vez, un gobierno no solo deja de cuidar: lo anuncia con orgullo.

La Medida del Desastre

Las medidas de ajuste fiscal implementadas a partir de 2024 incluyeron una reducción del 27% del gasto estatal y el despido de más de 30.000 empleados públicos. En el área de salud, esto se tradujo en la eliminación o desfinanciamiento de programas clave, como el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) y el Instituto Nacional del Cáncer (INC).

Además, el Ministerio de Salud de la Nación contaba con un 16% menos de personal, lo que forzó a algunos servicios a suspender sus actividades por falta de recursos humanos. Esto afectó gravemente la atención médica, aumentó el riesgo de errores y disminuyó la capacidad de respuesta, especialmente en el Hospital Garrahan, principal centro pediátrico de alta complejidad del país.

Cortar por los Más Débiles

Estas medidas no afectan a toda la población por igual. Su impacto se vuelve particularmente agudo en los grupos que ya enfrentaban barreras estructurales para el acceso a la salud, como adolescentes, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas o de alto costo.

La suspensión del Plan ENIA y los recortes en programas de salud sexual implican menos acceso a información, métodos anticonceptivos y espacios de consejería, con el consecuente aumento del riesgo de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.

En el caso de los adultos mayores, la reducción del vademécum gratuito y el incremento del gasto de bolsillo afectan la continuidad de tratamientos crónicos, especialmente entre quienes perciben jubilaciones mínimas.

Adiós a la Equidad

Las profundas desigualdades entre regiones se acentuaron, reflejando cómo el lugar de nacimiento puede determinar las posibilidades de enfermar o incluso morir. El gasto en salud per cápita en las cuatro provincias que más invierten cuadruplica al de las que menos lo hacen, y el 72% de los profesionales de la salud se concentra en solo 4 de las 24 jurisdicciones del país.

Programas como Remediar, Salud Investiga y el Plan de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia demostraron cómo una gobernanza efectiva puede traducirse en equidad y en acciones con impacto real y sostenible en la mejora de las condiciones de vida de toda la población. Pero ahora, el debilitamiento del Ministerio de Salud erosiona esa capacidad de articulación y distribución justa de recursos.

Aislados del Mundo

La decisión del gobierno argentino de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS) implica la desvinculación de uno de los principales espacios de coordinación sanitaria internacional, en un contexto donde los desafíos en salud pública trascienden las fronteras nacionales.

Esta medida reduce las posibilidades de anticipación y coordinación frente a amenazas sanitarias compartidas, debilitando la capacidad del sistema de salud público para responder a emergencias, adquirir insumos estratégicos o actualizar protocolos.

Hasta Aquí Llegamos

En nombre del equilibrio fiscal y la eficiencia económica, se desmontaron programas sanitarios, se interrumpieron tratamientos y se dejaron vacantes sin cubrir. Mientras, hay personas que mueren, no por falta de tecnología ni por desconocimiento, sino porque se optó por una disposición sacrificial frente al dios mercado.

Lo que está en disputa no son tecnicismos presupuestarios, sino una frontera política y ética: decisiones que configuran el tipo de sociedad que queremos habitar. Una sociedad más o menos comprometida con la equidad, más o menos permeada por lógicas que exigen sacrificios humanos en nombre de indicadores macroeconómicos.

Hoy, el Estado que debería cuidarnos, nos expulsa. Aquel que debería garantizar derechos, los convierte en bienes escasos. La salud —como la vida— no se sostiene en soledad.

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