China ha desarrollado una forma de ejercer su poder global que se asemeja a un arte británico de la presencia sin sobreactuación. A diferencia de Estados Unidos, que despliega bases militares y escribe cheques a diestra y siniestra, China prefiere una estrategia más sutil y ambigua.
Dos recientes análisis ayudan a descifrar este enfoque chino. Por un lado, el politólogo Mathias Larsen muestra que los préstamos internacionales y la inversión externa directa de China han caído drásticamente en los últimos años, debido a la pandemia, preocupaciones de seguridad nacional en los países receptores, problemas con préstamos anteriores y condiciones económicas internas. China ya no quiere influir a fuerza de dólares, sino que prefiere renegociar deudas y concentrarse en nichos como la infraestructura verde.
Por otro lado, la académica Ketian Zhang analiza la diplomacia china de ‘justo medio’, donde Pekín evita compromisos excesivos y mantiene una ambigüedad estratégica. China no tiene alianzas formales, ni siquiera con Rusia, y sus acuerdos bilaterales carecen de cláusulas de defensa mutua. Es una doctrina Ricitos de Oro: ni demasiado fría (aislamiento), ni demasiado caliente (alineamientos militares), sino en el punto tibio de la ambigüedad.
Esta estrategia no es torpeza ni prudencia, sino una doctrina deliberada. En un mundo donde los excesos de compromiso cuestan caro, la sobriedad china parece más sensata que tímida. Pekín evita comprometer recursos donde no tiene garantía de control. No lidera a gritos ni ocupa por saturación, pero su poder se cuela por las ventanas de la conveniencia: menos deuda, más condicionalidades políticas; menos tropas, más votos en la ONU.
En resumen, China no busca reemplazar a Estados Unidos como arquitecto del orden global, sino diseñar su propio ecosistema sin romper del todo con el orden existente. Mientras el mundo debate si esto es una amenaza u oportunidad, China sigue avanzando con una influencia sutil y una ambigüedad calculada, una forma quizás más sostenible de poder en tiempos de escasez.