La notificación llegó a su teléfono poco después de las 5 de la tarde. Cristina Kirchner, recluida en su oficina junto a Máximo, Alicia, Zannini, Massa y otros dirigentes, leyó en silencio las 26 carillas del fallo de la Corte Suprema que la condenaba. Pero lejos de debilitarla, esta sentencia parece haber reforzado su liderazgo dentro del peronismo.
La “pax” peronista
Tras conocer la noticia, Cristina salió a dirigirse a sus seguidores desde la puerta del partido. Mientras tanto, en el interior del edificio, se recibían noticias de cortes de autopistas y el temor de que Patricia Bullrich ordenara el desalojo de los manifestantes. Pero más allá de estos incidentes, lo más revelador fue la reacción de los principales referentes peronistas.
Gobernadores como Osvaldo Jaldo de Tucumán, Ricardo Quintela de La Rioja y Sergio Ziliotto de La Pampa, expresaron su solidaridad con Cristina. Incluso Raúl Jalil, de Catamarca, que suele alinearse con Juntos por el Cambio, deslizó un gesto hacia la expresidenta. Esta muestra de unidad del peronismo en torno a Cristina, a pesar de las diferencias internas, es lo que algunos han denominado la “pax” peronista.
¿Puede una condena fortalecer a un político?
Paradójicamente, la condena de Cristina Kirchner parece haber tenido el efecto contrario al buscado. Lejos de debilitarla, ha operado como un “momentum” que ha reforzado su centralidad dentro del peronismo. Casos históricos como la pelea por la 125 o la victoria de Macri en 2015 muestran que, en ocasiones, las adversidades pueden terminar fortaleciendo a un dirigente político.
Ahora, con Cristina imposibilitada de ser candidata, emerge con más fuerza su rol como “jefa” del peronismo. Y si bien la tensión con Kicillof en la provincia de Buenos Aires sigue intacta, la unidad del partido parece haberse consolidado en torno a ella.
El dilema del anti-Cristinismo
La condena también ha tenido otro efecto: ha potenciado la polarización Cristina-anti Cristina, rompiendo cualquier posibilidad de que el peronismo teja acuerdos con sectores no peronistas enfrentados con Milei. Paradójicamente, esto fortalece al libertario, que ha sido más eficaz en atraer a los sectores anti-K, incluso en desmedro de Macri.
Queda por ver si, hacia adelante, el peronismo podrá buscar empatía con sectores moderados o si la “pax” peronista en torno a Cristina se mantendrá. Lo que parece claro es que, por ahora, la condena judicial ha terminado consolidando el liderazgo de Cristina Kirchner dentro del movimiento que ella misma lidera.
En mi carácter de vicepresidente del Partido Justicialista Distrito Tucumán, quiero expresar mi solidaridad con la expresidenta @CFKArgentina, presidenta del PJ Nacional, en este momento difícil que le toca atravesar, en lo personal y en lo político.
Estamos convencidos de que…
— Osvaldo Jaldo (@OsvaldoJaldo) June 10, 2025