8.5 C
Buenos Aires
viernes, junio 13, 2025

Cristina Kirchner: La Fusilada que Vive y la Batalla Antropológica Contra el Neofascismo

Must read

La condena a Cristina Kirchner por parte de la Corte Suprema de Justicia no se debe a lo que haya podido hacer mal, sino a lo que hizo bien. Es la gran revancha de clase que la oligarquía venía soñando desde 2008, lograda ahora en el marco de las nuevas relaciones de fuerza del gobierno neofascista de Javier Milei.

Este fallo llega en un momento de desdemocratización general y de deserción electoral, donde el debilitamiento de la representación política es directamente proporcional al empoderamiento de los poderes fácticos. La oligarquía busca perpetuarse, cortando las raíces que conectan a los sectores populares con la memoria de que la pobreza y la humillación no son su destino.

El Antiperonismo se Vuelve Popular

Pero lo más alarmante es que el antiperonismo, antes una enfermedad de clase, se ha propuesto convertirse en una enfermedad policlasista. Milei está logrando construir lo que ninguna oligarquía anterior había logrado: un antiperonismo popular. Esto prepara el caldo de afectos colectivos para la perduración de un proyecto oligárquico de sometimiento consentido.

Meter presa a Cristina es un hito clave en esta doble dirección: presentar la capitulación de la institucionalidad a los poderes fácticos como lucha contra la corrupción, y proponer una revancha histórica de clase como objeto macabro de goce nacional.

La Batalla Antropológica

Aún en medio de la vejación político-institucional que la proscripción implica, Cristina logra pronunciar una palabra política justa y poderosa, que inscribe un sentido histórico colectivo en medio del gobierno del caos y el nihilismo. Evoca la memoria de una resistencia que supo convertir la proscripción política en motor de articulación y empoderamiento popular.

Si el neofascismo se propone como mutación antropológica y captura masiva del deseo popular, pues bien, debemos dar la batalla antropológica. Volver a lo básico, a ese pueblo-río que, contra toda evidencia, busca el cauce que lo contenga. Porque no sólo de pan vive el pueblo, sobre todo cuando no hay pan: el sometimiento material es prueba y detonante para el deseo colectivo.

More articles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Latest article