El Gobierno argentino ha abierto un nuevo frente de conflicto con los trabajadores de la salud al modificar el régimen de residencias médicas en los hospitales. Según la nueva resolución publicada en el Boletín Oficial, las residencias ahora se encuadran en el carácter de “becas”, excluyéndolas de la legislación laboral.
Esta decisión implica que los residentes médicos perderán beneficios como antigüedad, obra social, aportes y cualquier otra regulación aplicable a los empleados. Además, se les exige 48 horas semanales de trabajo, incluyendo ocho guardias mensuales de 36 horas.
Los trabajadores del Hospital Garrahan y del Hospital Posadas han lanzado una advertencia y han convocado a una “alarma nacional” en rechazo a estas medidas. “Les sacan antigüedad, obra social, aportes y cualquier regulación para empleados”, denuncian.
Reacción de los Trabajadores de la Salud
Antes de la publicación de la nueva resolución, los profesionales y técnicos del Hospital Garrahan ya habían confirmado huelgas de 24 horas para los días 10 y 17 de julio, y convocado a una movilización en todo el país.
Por su parte, el Gobierno también ha decidido eliminar el fondo que financiaba casi el 70% del funcionamiento de la Fundación de la Hemofilia, lo que agrava aún más la situación.
Implicaciones y Reclamos
Los trabajadores de la salud denuncian que esta medida del Gobierno representa una “persecución” y un “ensañamiento” contra ellos. Argumentan que, de probarse su responsabilidad en los hechos, no se trata de delitos sino de contravenciones, por lo que consideran que se trata de una acción desmedida.
La decisión del Gobierno de encuadrar a los residentes médicos como “becarios” en lugar de trabajadores ha generado una fuerte reacción y movilización en el sector de la salud, quienes advierten sobre la pérdida de derechos y condiciones laborales que esto implica.
Llamado a la Acción
Los trabajadores del Garrahan y el Posadas han convocado a una “alarma nacional” para hacer oír su voz y exigir que se respeten sus derechos laborales. La situación se perfila como un nuevo frente de conflicto entre el Gobierno y los trabajadores de la salud.