La administración del presidente Lula da Silva en Brasil se ha visto envuelta en una acalorada disputa con el Congreso conservador del país, todo por un intento de aumentar los impuestos a los súper ricos. El mandatario buscaba recaudar unos dos mil millones de dólares adicionales a través de un incremento en el Impuesto a las Operaciones Financieras (IOF), con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de los programas sociales desplegados en su tercer mandato.
Lula vs. el Congreso: Sin embargo, el Congreso, liderado por el presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Motta, derrumbó el decreto del Gobierno para aumentar la alícuota del IOF. Ante esto, Lula advirtió que si no recurre al Poder Judicial, “ya no gobierna el país”. El mandatario ha sido claro en su posición: “Quienes viven de su salario no pueden pagar más impuestos que los multimillonarios”.
La Promesa de Lula: Poner a los Pobres en el Presupuesto y a los Ricos en el Impuesto
Lula no solo ganó las elecciones de 2022 por conformar una amplia coalición democrática, sino también por su promesa de “poner a los pobres en el presupuesto y a los ricos en el impuesto a la renta”. Esta consigna igualitaria parece ir a contracorriente del crecimiento de la derecha extrema pro billonarios a nivel global.
Datos Reveladores: En un acto en Minas Gerais, Lula puso números a la discusión, señalando que el Estado exime a los ricos de pagar 860 billones de reales en impuestos, una cifra cuatro veces mayor que el presupuesto del programa Bolsa Familia. “Si es para los ricos, es una inversión; si es para ustedes, es un gasto”, graficó el presidente.
La Sombra del Bolsonarismo y la Amenaza de Trump
La disputa fiscal entre Lula y el Congreso se enmarca en un contexto más amplio, donde la sombra del bolsonarismo y la amenaza de Donald Trump se ciernen sobre Brasil. El expresidente estadounidense, a través de su red social Truth, ha amenazado con aplicar aranceles del 10% “a cualquier país que se alinee con las políticas antiestadounidenses de los BRICS”.
Esto ha generado preocupación en el gobierno brasileño, que ve en la defensa del multilateralismo y el fortalecimiento del mensaje de los BRICS una forma de contrarrestar las medidas unilaterales de Trump. Lula ha respondido de manera contundente, afirmando que “la defensa de la democracia en Brasil es asunto de los brasileños” y que “nadie está por encima de la ley”.
La Batalla por 2026: Lula vs. los Bolsonaristas
Mientras tanto, la elección general de 2026 en Brasil ya se está perfilando como un escenario de disputa. El hijo del expresidente Bolsonaro, Eduardo Bolsonaro, ha viajado a Estados Unidos para intentar conseguir el apoyo de Trump y Milei, con el objetivo de “frenar el comunismo en América Latina”. Por su parte, Lula apuesta a una polarización con la Casa Blanca, similar a la que le otorgó recientemente el triunfo a líderes progresistas en Canadá y Australia.
La batalla fiscal entre Lula y el Congreso conservador es solo un capítulo de una lucha más amplia que se libra en Brasil, donde el futuro del país y su posición en el escenario regional y global está en juego.