A las 3:35 de la madrugada del domingo 15 de junio, en un quirófano del Garrahan, nació Z. Para su mamá Luana y su papá José, que la buscaban desde hace años, fue una bendición. Para el hospital pediátrico más importante de Latinoamérica, que hoy atraviesa la peor crisis presupuestaria de sus 37 años de historia, un hito: la beba de 2 kilos 700 gramos fue la primera operada dentro del útero de su madre en un hospital público de Argentina.
Una hazaña médica en tiempos de crisis
La cirugía, realizada por un equipo de 20 profesionales entre neurocirujanos, neonatólogos, especialistas en medicina fetal, terapistas, enfermeras e instrumentadoras quirúrgicas, corrigió un defecto de la columna vertebral de Z. y redujo las secuelas severas que hubiera causado su espina bífida.
El Garrahan, que trata al 40% de los niños con cáncer del país, realiza alrededor de 100 trasplantes por año y atiende 600 mil consultas anuales de las enfermedades más graves de niños, niñas y adolescentes de Argentina y países limítrofes, enfrenta hoy un desmantelamiento inédito. Recortes de presupuestos, eliminación de programas esenciales, reducción del personal médico y asistencial, y congelamiento salarial son algunas de las medidas que ponen en riesgo la continuidad de este emblema de la salud pública argentina.
La voz de los trabajadores
Silvana Calligaris, especialista en Epilepsia y Enfermedades Musculares Degenerativas, es una de las voces que alza la voz por el Garrahan. Tras años de dedicación, se vio obligada a tomar una licencia sin goce de sueldo para poder ingresar a una institución privada y así mejorar sus ingresos.
“No queremos que este conflicto se naturalice. No queremos que la sociedad ni las autoridades se acostumbren a vernos de paro, ni tampoco que piensen que bajamos los brazos. No nos queremos rendir, porque estamos defendiendo algo mucho más grande que un salario, estamos defendiendo un modelo sanitario que ha salvado miles de vidas”, expresa Silvana.
Soledad, residente de Bioquímica, también se emociona al hablar del Garrahan. “Hay residencias puntuales que te dan la especialidad, presentas cursos y trabajos que lo avalan. Después te anotás en un concurso, rendís un examen y la nota se promedia con el puntaje del resto de la carrera. Estudié un montón y acá estoy”, dice con la voz quebrada.
El impacto en los pacientes
Florencia Vargas, delegada de la junta interna de ATE, se encarga de gestionar la adquisición de equipamiento e insumos médicos, y de orientar, asistir y acompañar a las familias que llegan al Garrahan. Ella denuncia que muchos pacientes reciben maltrato por parte de las obras sociales y que el hospital ya no puede cubrir tantos procedimientos como antes.
“Acá atendemos a ese 60% de niños pobres del país, pero también a los chicos que tienen cobertura y que necesitan procedimientos de alta complejidad. La situación es desesperante y angustiante. Quieren avanzar sobre una conquista como la salud pública dejando de lado a las niñeces y los viejos”, afirma Florencia.
Paola, enfermera en el área de Neonatología, también se ve afectada por los bajos salarios. “Cuando ves que un enfermero en esas cadenas de farmacia puede ganar hasta $3.000.000, te indigna. Pensás lo abajo que está lo que hacemos, ¿no? Somos profesionales de la salud y atendemos estas complejidades o en otros servicios y tenemos a cargo una vida ¿Qué está pasando?”, se pregunta.
La lucha por la supervivencia
Pese a los intentos del Gobierno por denostar al Garrahan y a sus trabajadores, el 85,9% de los argentinos cree que es justo el reclamo de los residentes, y el 72,2% rechaza la idea de que los médicos tienen que ajustarse como todo el mundo.
“El conflicto nos atraviesa a todos, es algo muy difícil, me siento parte de los chicos que están reclamando por un salario digno”, dice Abril, una paciente que fue trasplantada en el Garrahan cuando era bebé.
El Garrahan, un hospital hecho de “un grupo de personas increíbles”, como lo define Abril, lucha por mantener su legado de excelencia y por seguir siendo un faro de esperanza para los niños más vulnerables de Argentina y la región.