En un mundo cada vez más fragmentado, China y África han forjado una asociación estratégica que va más allá de los simples lazos comerciales. Mientras Estados Unidos parece retirarse del continente africano, China ha intensificado su compromiso, convirtiéndose en el mayor socio comercial y acreedor bilateral de la región.
La clave del éxito relativo de China en África radica en su enfoque pragmático y a largo plazo. A diferencia de Washington, que predica sobre derechos humanos y reformas institucionales, Beijing se centra en construir infraestructura y facilitar el acceso a mercados. Esta estrategia, basada en la no condicionalidad y la cooperación estratégica, ha sido bien recibida por muchos países africanos.
Una Visión Integral de Seguridad y Desarrollo
El reciente Libro Blanco sobre la Seguridad de China en la Nueva Era revela una concepción de seguridad que va más allá del mero perímetro defensivo. Para China, la seguridad está íntimamente ligada al desarrollo económico y social. El crecimiento y la prosperidad son vistos como ingredientes esenciales de la estabilidad nacional, en contraste con la visión estadounidense que tiende a subordinar el desarrollo a la seguridad.
Esta visión integral se refleja en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que busca promover la conectividad global a través de inversiones en infraestructura. En África, China ha desplegado una estrategia similar, eliminando aranceles para las importaciones de 53 países africanos y ofreciendo paquetes de desarrollo que incluyen mejoras logísticas, acceso a mercados y financiamiento.
Contrastando Enfoques: China vs. Estados Unidos
Mientras la administración Trump ha dado señales de repliegue de África, China ha consolidado su presencia en el continente. Desde 2012, el presidente Xi Jinping ha visitado África ocho veces, y los ministros chinos han hecho del continente su primera parada anual sin falta.
Esta diferencia de enfoques se refleja en la percepción pública. Según el Democracy Perception Index 2025, por primera vez más países tienen una visión positiva de China que de Estados Unidos, una caída abrupta desde el +22% que tenía este último en 2024.
Construyendo una “Comunidad de Destino Compartido”
La estrategia china en África se enmarca en una narrativa más amplia de desarrollo, seguridad y diálogo entre civilizaciones. A diferencia del “paquete” de democracia liberal y derechos humanos promovido por Occidente, China ofrece un modelo alternativo de cooperación Sur-Sur, basado en la no injerencia y el respeto a la soberanía.
En palabras del propio presidente Xi Jinping, se trata de construir una “comunidad de destino compartido para la humanidad“. Esta visión, que contrasta con el unilateralismo y el proteccionismo de la era Trump, ha sido bien recibida por muchos países africanos que ven en China un socio más confiable y predecible.
Si bien la relación entre China y África no está exenta de problemas, como el endeudamiento y la falta de transparencia, la continuidad y el enfoque a largo plazo de Beijing parecen estar ganando terreno frente a la fragmentación y la imprevisibilidad de la política africana de Washington.