El dolor de una familia destrozada por la tragedia
Lautaro Alvaredo, un joven de 19 años, perdió la vida después de ser brutalmente atacado a la salida de un boliche en Gregorio de Laferrere. Este trágico evento ha dejado a sus padres sumidos en un profundo dolor y angustia que no pueden describir con palabras.
Desde el pasado 6 de noviembre, Lautaro estuvo luchando por su vida en el hospital, pero lamentablemente, después de más de diez días en estado de muerte cerebral, falleció. La Policía Bonaerense ha detenido a tres jóvenes por su asesinato: Patricio Nicolás Moreira, Fabricio Román Stella e Ian Noguera Galiano.
Un testimonio desgarrador
En una entrevista, los padres de Lautaro, Diego y Tamara, compartieron su desgarrador testimonio sobre la devastación que ha causado este brutal asesinato en sus vidas. Diego expresó: “Es muy duro todo esto, seguimos en la angustia del día a día. Hoy venimos a ver a mi hijo a un cementerio cuando antes lo teníamos al lado de nosotros. Ojalá todos entiendan que no se puede jugar con la vida de una persona de esta forma”.
Diego también mencionó cómo este trágico evento ha afectado a toda la familia: “Estos chicos destruyeron varias familias. Mis hermanos, mi mamá, mi abuela de 98 años; estamos todos destruidos. Yo por ahora estoy sin ir a trabajar, mis chicos no quieren ir al colegio. Son un montón de cosas que son difíciles de trabajar. Si uno piensa que todo termina en la muerte… no. Esto recién empieza, lamentablemente”.
La esperanza de encontrar justicia
Diego también habló sobre el abogado Fernando Burlando, quien los está representando en este caso. Agradeció el apoyo y dedicación de Burlando y del fiscal Matías Folino. A pesar de la tristeza y el dolor, Diego expresó su deseo de que el juez a cargo del caso sea tan comprometido como el fiscal y el abogado, y que este caso se convierta en otro ejemplo de justicia, al igual que el caso de Báez Sosa.
Con lágrimas en los ojos, Diego hizo un desgarrador pedido: “Si hubiese sido uno solo, mi hijo estaría vivo. Pegarle con esa alevosía en la cabeza porque le pegaron en las piernas… La promesa que le hice a Dios, como todos lo saben, era que Lautaro iba a ser un ejemplo del milagro de Dios, que era lo que estábamos esperando todos. De ese pequeño milagro en el cual él movió un dedo, después una mano, después un brazo. Y lamentablemente quizás se cansó, no pudo pelear más y falleció. Estamos muy tristes, esa es la realidad”.
En busca de justicia y sanación
La historia de Lautaro Alvaredo es una tragedia que ha dejado a una familia destrozada y a una comunidad conmocionada. Sus padres luchan por encontrar justicia para su hijo y esperan que este caso sea un ejemplo de que no se puede jugar con la vida de otra persona. Mientras tanto, se aferran a su hijo de 6 meses, quien les brinda fuerza y esperanza en medio de la oscuridad.