La revolución de Swarovski en el mundo del automóvil
Las imponentes pantallas de los sistemas de infoentretenimiento se han erigido como las estrellas indiscutibles de los vehículos modernos. Aunque con ligeras variaciones en ubicación y tamaño, estas pantallas son un componente esencial en la experiencia de conducción.
Sin embargo, en el último Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas, Continental y Swarovski desafiaron las convenciones al presentar una innovación que promete revolucionar el diseño interior de los automóviles.
Esta pantalla de 10 pulgadas incorpora una delgada capa de LED. Bajo el nombre Crystal Center Display (Pantalla Central de Cristal), este adelanto tecnológico creado por Continental, reconocida principalmente por sus neumáticos, y Swarovski, la icónica marca austriaca especializada en joyas y objetos decorativos de cristal, ha dado lugar a una pantalla de infoentretenimiento que deslumbra por su aspecto futurista y su capacidad técnica.
Una experiencia visual única y sorprendente
Esta pantalla de 10 pulgadas, suspendida en una carcasa de cristal, incorpora una delgada capa de LED que crea imágenes con un brillo y contraste superiores a las tecnologías convencionales. A pesar de que el cristal está tintado, permite que conductor y pasajeros observen el salpicadero a través de los bordes de la pantalla, proporcionando así una experiencia visual única y sorprendente.
El Crystal Center Display busca transformar el diseño de interiores. Desde Continental, que tuvo a su cargo buena parte del desarrollo, se destaca que este dispositivo no es simplemente un elemento de diseño, sino una interfaz de interacción clave que responde a los desafíos ópticos y técnicos del uso en vehículos. En palabras de Boris Mergell, jefe del negocio de Experiencia de Usuario de Continental, ‘el Crystal Center Display busca transformar el diseño de interiores de los vehículos de gama alta, convirtiéndose en un punto focal innovador que atraiga miradas y despierte emociones’.
El Crystal Center Display no solo representa un avance tecnológico, sino que redefine la forma en que interactuamos con el espacio interior de nuestros automóviles. Este paso audaz promete resonar en la industria, marcando el comienzo de una nueva era de experiencias personalizadas al volante.
