La tensa relación entre Julio Iglesias y su hijo Enrique
La relación entre Julio Iglesias y su hijo Enrique está quebrada hace 30 años. Una interna entre el hombre que le dio la vida y el joven con aspiraciones de crecimiento hizo que se distancien para siempre, y en estas tres décadas que pasaron se vieron en tan sólo dos oportunidades.
El motivo del conflicto fue porque el hijo quiso seguir los pasos artísticos del padre. Julio es papá de ocho hijos en total, fruto de diferentes relaciones amorosas que tuvo a lo largo de los años mientras se desarrollaba como artistas y se convertía en uno de los grandes intérpretes de la lengua hispana. Y de uno de sus amores nació y creció Enrique.
El desencuentro que los separó para siempre
Enrique, ya de adolescente, quiso seguir los pasos de su padre y comenzó su carrera en la música. Sin embargo, omitió avisarle a Julio cuando consiguió su primer gran logro profesional, lo cual generó un distanciamiento irreversible entre ellos. En una entrevista, Enrique confesó que no le había contado a su padre sobre su contrato discográfico porque siempre postergaba el momento de decírselo. Esta falta de comunicación fue el inicio de la ruptura entre padre e hijo.
Las diferencias irreconciliables
La fisura entre Julio e Enrique se volvió cada vez más grande con el paso de los años. Julio se enteró de que su hijo había firmado un importante contrato que lo lanzaría al estrellato en la música, lo cual lo enfureció y decidió cortar todo tipo de vínculo con él. Por su parte, Enrique decidió mudarse a Canadá, cambiar su apellido al de su madre y lanzar su carrera desde allí.
30 años de enfrentamiento
Desde entonces, padre e hijo solo se han visto en dos ocasiones a lo largo de estas tres décadas. La primera vez fue en 2005, de manera casual. La segunda vez fue cuando falleció el suegro de Enrique. A pesar de los años transcurridos, la relación entre ellos sigue siendo tensa y distante.