El escándalo que sacude a la realeza
Hace casi 3 meses que la princesa Kate Middleton está en boca de todos luego de su intervención quirúrgica. Luego de una abrupta desaparición de los eventos públicos, decenas de teorías crecieron a su alrededor. Tal es así que apuntan contra la Clínica de Londres por supuestamente haber filtrado información sobre ella.
La supuesta filtración de datos
El 16 de enero de este año operaron a la esposa del príncipe Williams. Luego del procedimiento médico, la corona británica informó: “La princesa de Gales espera que se entienda su deseo de mantener la mayor normalidad posible y que su información médica personal permanezca privada”. Cabe destacar que únicamente detallaron que había sido una “cirugía abdominal” y no dieron más precisiones al respecto.
Otro detalle llamativo fue que mientras ella estaba internada, el rey Carlos fue operado en la misma clínica y luego confirmaron, sin vueltas, su diagnóstico de cáncer. En medio de esa situación, las redes sociales y medios internacionales aseguraron que Middleton había tenido complicaciones. De hecho, varios periodistas españoles aseguraron que la princesa había estado en coma inducido. La ausencia de Kate Middleton en los eventos públicos generaron miles de teorías.
La respuesta de la clínica
Esta semana, el organismo de control de datos de Gran Bretaña comenzó una investigación luego de que aseguraran que personal de la clínica donde la princesa fue operada había intentado acceder a sus registros médicos. Desde el periódico británico The Mirror fue desde el cual se desprendió la noticia asegurando que intentaron violar la intimidad de Kate.
Ante esta fuerte acusación, Al Russell, director ejecutivo de la clínica, comunicó oficialmente: “Todos en la Clínica de Londres son muy conscientes de nuestros deberes individuales, profesionales, éticos y legales con respecto a la confidencialidad del paciente”. Además, expresó que el tratamiento de privacidad de Middleton fue el mismo que recibió el rey Carlos. De este modo, dejó en claro que tienen “sistemas para monitorear la gestión de la información del paciente y, en caso de cualquier incumplimiento, se tomarán todas las medidas investigativas, regulatorias y disciplinarias apropiadas”. Russel dejó en claro que investigarán estas acusaciones y activarán un protocolo por la posible filtración de información. “No hay lugar en nuestro hospital para aquellos que intencionalmente violan la confianza de cualquiera de nuestros pacientes o colegas”, cerró contundente.
Repercusiones en la política
El “Kategate”, como lo llaman en las redes sociales, escaló a tal punto que Maria Caulfield, ministra de Salud británica, opinó sobre estas últimas noticias. La funcionara aseguró: “Las acusaciones son bastante graves y es algo serio acceder a notas para las que no se tiene permiso”. “Desde una perspectiva de salud, no es aceptable mirar las notas de la gente, pero se ha detectado y se han tomado medidas”, le confió a Sky News.