La tendencia ‘matchy-matchy’ llega a Mónaco
Pasó un mes desde la última vez que se vio a Alberto y Charlene de Mónaco felizmente en familia en un evento público. Si bien aquel suceso se originó en el marco del cumpleaños 66 del príncipe soberano, el cual contó con la presencia de sus dos hijos, en esta oportunidad, al compromiso real llegó el sucesor de Raniero III de Mónaco, Su Alteza Serenísima y el príncipe Jacques de Mónaco. Aunque con la notoria ausencia de la princesa Gabriella, la Familia Principesca causó furor entre los presentes y la prensa monegasca, tras su acertada y tierna elección fashionista de acudir a la final del Masters 1.000 de Montecarlo con looks ‘matchy-matchy’ -expresión en inglés que significa ‘haciendo juego’-.
Un estilo coordinado y sofisticado
Sin perder cada uno su esencia, se vio a la familia de la princesa Charlene muy coordinada con la misma chaqueta americana de color azul oscuro para la gran cita deportiva, donde hicieron entrega de la copa de campeón a Stéfanos Tsitsipás. Otro de los detalles de moda más comentados de la familia de Charlene de Mónaco fueron sus elegantes y sofisticadas gafas futuristas de lente grande y cristal de espejo, donde se reflejaba lo que veían sus ojos en ese instante.
El estilo único del príncipe Jacques
El príncipe Jacques de Mónaco se mostró plenamente integrado durante todo el protocolo habitual de este tipo de competiciones. Además de llamar la atención del público presente por su comportamiento intachable, el heredero del título de Alberto II cautivó a los críticos de moda por su gran personalidad y estilo. A diferencia de su padre que iba de camisa y corbata, el pequeño royal asistió al evento deportivo de camisa blanca desabotonada, y al igual que su madre, remató el estilismo con unos lentes espejados cuadrados, que vislumbraron el buen gusto por la moda del príncipe.
Un día de sol y estilo en Montecarlo
Fue un día de sol y agradables temperaturas en la zona de la comuna francesa de Roquebrune-Cap-Martin, ubicada a unos 7.5 kilómetros del distrito de Montecarlo, donde se organizó el evento deportivo que Charlene, Alberto y Jacques de Mónaco disfrutaron con otros miembros de los Grimaldi. Durante el encuentro que enfrentó al griego Stéfanos Tsitsipás contra el noruego Asper Ruud, se vio al príncipe Alberto muy unido a su pequeño heredero, con quien discutía y comentaba sobre el partido.
Un gesto encantador de Jacques
Tal y como suele suceder en los eventos a los que asisten los pequeños royals de cualquier casa real, los gestos de Jacques se robaron la escena. Es que el pequeño royal sacó a relucir su gran personalidad y carácter con sus apenas 9 años. Otro de los momentos cúspide de la jornada se dio cuando la prensa captó el simpático gesto que Jacques le hizo a su primo Pierre Casiraghi cuando este le preguntó cómo estaba. A lo que, el pequeño royal volvió a dejar a la vista su particular carácter al levantarle el dedo pulgar de la mano en señal de ‘todo OK’.
