Introducción
En esta edición de Gran Hermano, una de las participantes que ha destacado por su juego fuerte es Juliana ‘Furia’ Scaglione. Su objetivo de convertirse en la única mujer en llegar a esta instancia del reality ha despertado una intensa rivalidad con Bautista Mascia, quien se ha convertido en su máximo rival. En este artículo, descubriremos cómo comenzó esta guerra entre Furia y Bauti y cómo ha influido en el desarrollo del programa.
El afuera importa
Juliana Scaglione ha dejado claro que el afuera tiene un papel fundamental en su estrategia dentro de Gran Hermano. Se ha especulado sobre un posible favoritismo de la producción hacia ella e incluso se ha rumoreado que ha recibido información del exterior en varias ocasiones. Furia ha destacado la importancia de los gritos que llegan del otro lado del muro que los separa de la calle, lo cual ha generado tensiones con sus compañeros.
La confrontación con Bauti
En una conversación en el cuarto, Furia reprochó a Bautista Mascia por no contarle todo lo que escucha del exterior. El músico uruguayo afirmó que los gritos no le importan y que no le interesa compartir lo que escucha. Esta actitud generó un enfrentamiento con Juliana, quien le recriminó su falta de transparencia. Durante el debate, Furia también confrontó a otros compañeros que supuestamente sabían más de los gritos que ella.
El rol de Ema
En medio de la discusión, Emmanuel Vich reveló a Furia que Bauti le había contado que habían gritado su nombre como finalista. Esto llevó a la conclusión de que Vich era el intermediario de la casa y que Juliana no quería perderse ningún detalle de lo que sucedía a su alrededor.
Conclusión
La guerra entre Furia y Bauti en Gran Hermano ha sido uno de los principales focos de atención en esta edición del reality. La rivalidad entre ambos participantes ha generado tensiones y confrontaciones, y ha mantenido a los espectadores en vilo. A medida que el programa avanza, será interesante ver cómo se desarrolla esta guerra y qué impacto tendrá en el resultado final.