¡Impactante revelación! Ex presidente denunciado por violencia de género
En un contexto donde la sensación de que todo se va a la mierda cada día es más fuerte, nos encontramos con una noticia que nos deja sin palabras. El ex presidente, quien alguna vez nos representó a todos y todas, ha sido denunciado por violencia de género. ¿Cómo podemos asimilar esto?
Ante todo, es importante respaldar a la mujer que ha realizado la denuncia y repudiar cualquier acto de violencia. Ahora, esperamos que la justicia actúe de manera rápida y ejemplar. Sin embargo, este caso plantea dos niveles de problemas: el impacto dentro del peronismo y la reacción de los libertarios.
Resulta preocupante que una sociedad machista y violenta pueda generar individuos violentos. Pero lo que resulta aún más impactante es que el violento sea alguien que ocupó el cargo de Presidente. Esto nos lleva a preguntarnos qué debemos hacer frente a esta situación.
El machismo y el odio al feminismo
El machismo, en su forma más obvia, busca culpar a las mujeres o al movimiento feminista por no evitar su propia desgracia. Los libertarios, escondidos detrás de sus pantallas, gritan como energúmenos en las redes sociales, atacando al feminismo y a las feministas. Sin embargo, debemos recordar que el feminismo es mucho más que una política pública, es un movimiento que busca cambiar la sociedad en su conjunto.
Las compañeras feministas están en las calles, en las plazas, en las asambleas y en los barrios, organizándose para resistir las políticas de ajuste y violencia de este gobierno. Ellas llevan años diciendo que la violencia machista no distingue partidos políticos ni espacios, nadie está exento de estas prácticas.
El camino hacia la erradicación de la violencia machista
La creación del Ministerio de las Mujeres y la implementación de políticas públicas de género son resultado de la lucha de millones de mujeres y feminismos que han construido una síntesis de lo que el estado debe hacer para prevenir estas violencias. Sin embargo, aún estamos lejos de vivir en una sociedad libre de violencia machista.
Es importante recordar que ninguna compañera feminista debe pedir perdón, ya que formamos parte de un pueblo que ha luchado por la igualdad de género a lo largo de la historia. Somos el pueblo de Juana Azurduy, Eva Perón y las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Somos el pueblo del movimiento feminista más grande de Latinoamérica, ejemplo en el mundo.
Enfrentando la desilusión
Ante una desilusión tan grande, debemos mirar en perspectiva y recordar la historia de lucha de nuestro pueblo. Ahí encontraremos la fuerza necesaria para seguir adelante. Aunque seguramente aparezcan más violentos dentro y fuera de nuestro Movimiento, debemos recordar que nunca serán tantos como nuestras pibas organizadas.
Los violentos no definen nuestras prácticas ni nuestras agendas políticas. Somos un pueblo que merece más y que seguirá luchando por un futuro mejor.
