Catamarca, Rosario, Tierra del Fuego, Avellaneda. Cuatro puntos cardinales que dibujan un mapa de la acción feminista en Argentina, donde mujeres y diversidades tejen redes de cambio, desafiando obstáculos y construyendo una nueva realidad.
Lorena y el Mapeo Feminista de los Andes
En el Valle de Santa María, Lorena Monroy recorre caminos de montaña para llegar a las comunidades indígenas de Las Vallas. Allí, como parte del proyecto Cuerpos y Libertades, comparte información sobre derechos sexuales y reproductivos, aborto y violencia de género. Su misión: tender puentes y encontrar un lenguaje común que permita a estas mujeres acceder a información y servicios que, a pesar de existir, les resultan inaccesibles.
Lorena es una de las 25 mujeres y diversidades de pueblos originarios que, de la mano de Católicas por el Derecho a Decidir en Argentina, recorren territorios alejados de los centros urbanos. Su trabajo es un mapeo feminista en acción, donde cada fuego encendido representa una idea, una iniciativa, una voz que se alza para transformar la realidad.
Juntas y Unidas: La Cooperativa que Cuida y Empodera
A 842 kilómetros de Catamarca, en Rosario, la Cooperativa Juntas y Unidas es un espacio de encuentro, formación y trabajo para un grupo de travestis que, tras ser expulsadas de sus hogares, encontraron en esta iniciativa una alternativa al trabajo sexual.
Aquí, las integrantes de la cooperativa no solo aprenden oficios como automaquillaje, moldería y costura, sino que también desarrollan un saber colectivo de cuidados, nutrido por sus propias experiencias en la calle y en los hoteles. Este conocimiento se puso en práctica durante la pandemia, cuando la cooperativa salió a ofrecer sus servicios como cuidadoras, demostrando el valor de este trabajo históricamente invisibilizado.
Carlota y la Disputa Feminista en el Estado
Mientras tanto, en Buenos Aires, Carlota Ramírez se pregunta cómo introducir el deseo en las políticas de salud y cómo construir un diálogo con las masculinidades. Como directora de Equidad de Género del Ministerio de Salud bonaerense, Carlota lidera una red de más de 500 equipos interdisciplinarios que garantizan el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, con una mirada integral.
Para Carlota, las alianzas territoriales son fundamentales en esta disputa feminista dentro del Estado. Sabe que la transformación del modelo de atención en salud implica escuchar a la comunidad y entender qué necesitan las mujeres, las travestis y las trans.
Río Grande y Avellaneda: Municipios que Cuidan y Empoderan
En el extremo sur, en Tierra del Fuego, el municipio de Río Grande se esfuerza por mantener sus políticas de género a pesar de los cambios de gobierno. Aquí, Denise Salazar, una mujer peruana, accede a cursos de electricidad y soldadura, rompiendo estereotipos y construyendo una nueva realidad para sí y sus hijos.
Mientras tanto, en Avellaneda, Magdalena Sierra y su equipo trabajan para revertir las desigualdades de género a través de la construcción de viviendas sociales y la creación de 30 jardines maternales municipales, espacios vitales para que las mujeres puedan acceder al mercado laboral.
Estos municipios son ejemplos de cómo la acción feminista se despliega en los territorios, tejiendo redes, construyendo alianzas y transformando la realidad, una llama a la vez.
En esta República de los Fuegos Feministas, cada iniciativa, cada proyecto, cada mujer y diversidad que se alza, enciende una nueva llama que ilumina el camino hacia una sociedad más justa e igualitaria.