Gustavo Costas, el entrenador que acaba de renovar su contrato con Racing Club, tiene una historia de amor que sorprende a todos. A sus 61 años, el técnico se enamoró de Zully Ayala, una mujer de 29 años, con quien comparte una diferencia de edad de más de tres décadas.
La pareja se conoció en un cumpleaños de un amigo en Paraguay, país donde Costas ha dirigido a varios equipos a lo largo de su carrera. Según el propio entrenador, Zully apareció, me dio un abrazo de repente y, no sé, me hizo sentir algo distinto
. Fue así como comenzaron a conocerse y a darse cuenta de que tenían una conexión especial.
Una Relación Acelerada pero Sólida
A pesar de la gran diferencia de edad, la relación entre Gustavo y Zully floreció rápidamente. Todo empezó a suceder muy rápido
, confiesa el entrenador. Juntos tuvieron a su hijo Gustavito, quien nació en Chile cuando Costas dirigía allí en 2022.
Zully, una mujer familiera al máximo, ha sido un gran apoyo para Gustavo, quien confiesa que le cuesta mucho dejar su trabajo fuera de casa. Ella siempre estaba a mi lado, aguantando todo lo que me pasó con Racing. La amo cada vez más
, expresa emocionado el técnico.
Una Familia Apasionada por el Fútbol
La familia Costas es una verdadera dinastía del fútbol. Además de Gustavo, sus hijos mayores, Federico y Gonzalo, trabajan con él en el cuerpo técnico de Racing. Todos, incluyendo a Juliana, Joaquín y el pequeño Gustavito, son fanáticos de la Academia.
Nos inyectaron desde muy chiquitos esta droga llamada Racing. Somos todos medio enfermos, tenemos esa locura
, confiesa Costas. Incluso Zully, quien es hincha de Guaraní, ahora también es de Racing.
Un Amor Que Trasciende el Fútbol
A pesar de la diferencia de edad y de los desafíos que implica la carrera de Gustavo Costas, la pareja ha logrado construir una relación sólida y llena de amor. Ella sabe lo que yo sufro por el trabajo, que le doy al cien por ciento en todo, ¡y era consciente de que con Racing ese cien iba a ser el mil por ciento!
, expresa el entrenador.
Juntos han enfrentado los altibajos de la profesión de Costas, y Zully ha sido un pilar fundamental en su vida. La amo cada vez más
, concluye el técnico, demostrando que el amor puede florecer en las circunstancias más inesperadas.