Más allá de la conocida amistad entre Mauricio Macri y Máxima Zorreguieta, existe un supuesto negocio que los conecta: la Hidrovía Paraná-Paraguay, un corredor fluvial clave para el comercio en Sudamérica. Esta silenciosa batalla de intereses involucra a poderosos actores, desde empresas holandesas hasta el propio gobierno argentino, en una disputa por el control de esta vía navegable que moviliza el 75% de las exportaciones agroindustriales de la región.
La Hidrovía Paraná-Paraguay: El Epicentro de la Disputa
La Hidrovía Paraná-Paraguay es un corredor estratégico que permite la navegación entre los puertos de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Su importancia radica en que por ella se mueve el 75% de las exportaciones agroindustriales de la región, lo que la convierte en un verdadero botín codiciado por diversos intereses.
Según expertos, la renovación de la concesión de la Hidrovía se ha transformado en un objetivo prioritario para diferentes sectores. Por un lado, el expresidente Mauricio Macri, a través de su Fundación FIFA y sus contactos internacionales, busca asegurar que la operación vuelva a manos privadas afines a su círculo. Por otro lado, el actual gobierno del presidente Javier Milei apuesta por una nueva licitación internacional con mayor control estatal.
El Rol de Máxima Zorreguieta y los Países Bajos
Máxima Zorreguieta, en su papel en el Banco Mundial y como promotora de inversiones en América Latina, ha sido clave en el posicionamiento de los Países Bajos como un socio estratégico para la explotación de la Hidrovía. De hecho, empresas holandesas como Boskalis y Van Oord fueron algunas de las principales interesadas en quedarse con el control de los canales navegables cuando el contrato venció en 2021.
La amistad entre Macri y Máxima se remonta a los días en que compartían vacaciones en la Patagonia argentina. A lo largo de los años, esta relación se ha fortalecido, incluyendo visitas de Estado y encuentros protocolares. Algunos expertos sugieren que los intereses en común entre ambos van más allá de una simple asociación comercial, involucrando estrategias de largo plazo que podrían redefinir el futuro del comercio fluvial en la región.
La Batalla por el Control de la Hidrovía
La disputa por la Hidrovía Paraná-Paraguay no se limita solo a temas de infraestructura. En juego está el control de un corredor que moviliza el 80% de las exportaciones agroindustriales argentinas, con un valor de más de 70.000 millones de dólares anuales. Quien logre hacerse con la concesión de esta vía navegable tendrá la llave del comercio del Cono Sur.
Mientras el gobierno nacional prepara el pliego para la próxima licitación, la empresa holandesa Rotal Boskalis Westminster, de la que Máxima Zorreguieta es accionista, pone toda su artillería para desplazar a la competencia y conseguir la explotación de la Hidrovía. Por su parte, Macri y sus contactos internacionales buscan asegurar que la concesión vuelva a manos privadas afines a su círculo.
En medio de esta silenciosa batalla de intereses, la amistad entre Mauricio Macri y Máxima Zorreguieta adquiere una nueva dimensión, revelando cómo la política y los negocios se entrelazan en torno a un recurso estratégico para el comercio regional.