La relación entre Silvia D’Auro y sus hijas adoptivas, Morena y Rocío Rial, ha sido objeto de intenso escrutinio público en los últimos años. Ahora, con la reciente detención de Morena por un delito, han salido a la luz audios impactantes en los que D’Auro revela detalles estremecedores sobre su convivencia con las jóvenes.
Según los registros de voz, D’Auro le contaba a la periodista Fernanda Iglesias que Morena, la hija que adoptó junto a Jorge Rial, le robaba constantemente. Tuve que ponerle llave a los placares porque Morena me robaba la ropa
, relató la mujer, evidenciando una relación plagada de desconfianza y conflictos.
El Pasado Turbulento de las Hijas Adoptivas
D’Auro explicaba que los niños adoptados suelen tener una historia de que como creen que fueron robados tienen una tendencia a robar: plata, cosas, esconder cosas porque sienten que fue lo que con ellos hicieron
. Esta perspectiva arroja luz sobre los desafíos que enfrentó la familia Rial al criar a Morena y Rocío.
Según los relatos de D’Auro, la convivencia con las jóvenes era sumamente complicada. En un momento tuve que empezar a dormir con la puerta cerrada de mi cuarto, por miedo a que me lastimaran
, reveló, dando a entender que el ambiente en el hogar era tenso y peligroso.
El Distanciamiento y la Ausencia de Silvia D’Auro
Tras su divorcio de Jorge Rial, Silvia D’Auro se alejó por completo de la vida de sus hijas adoptivas. Según sus propias palabras, me hice humo de la vida de More y Rocío
, dejándolas sin la figura materna que necesitaban.
Este distanciamiento, sumado a los problemas de convivencia, parece haber tenido un impacto profundo en el desarrollo de Morena, quien ahora enfrenta serios problemas legales. La ausencia de D’Auro y las dificultades en el hogar podrían haber sido factores determinantes en la trayectoria de la joven.
Conclusión: Una Familia Rial Marcada por la Complejidad
La historia de Silvia D’Auro, Morena y Rocío Rial es un reflejo de la complejidad que a menudo rodea a las familias adoptivas. Los desafíos de criar a niños con historias traumáticas, la falta de apoyo y la ruptura de los vínculos familiares pueden tener consecuencias profundas y duraderas.
Este caso sirve como un llamado a la empatía y a la comprensión de las dificultades que enfrentan las familias adoptivas, y a la necesidad de brindar más recursos y apoyo para ayudarlas a superar estos obstáculos.
