El Río Paraná no es solo una hidrovía, sino un ecosistema vital que sustenta la vida de millones de personas. Más allá de los 12 mil millones de dólares en disputa, esta batalla trasciende lo económico y se convierte en una lucha por la identidad, la sostenibilidad y el futuro de nuestras comunidades.
Un Río en Constante Cambio
Por definición, los ríos son cambio constante. Cada curva, cada crecida y cada bajante dibujan nuevas figuras sobre el territorio, proponiendo otra forma de medir el tiempo y las épocas. Los sistemas de humedales a su alrededor regulan el pulso natural, inspiran identidades locales y albergan incontables especies.
La Cuenca del Plata, de la que forma parte el Paraná, es el cuarto sistema fluvial más grande del mundo, hogar de más de 100 millones de personas. Una geografía que nace en el Gran Pantanal y atraviesa 50 represas hasta llegar a nuestro territorio, pasando por las Cataratas del Iguazú y los Esteros del Iberá.
La Tensión entre el Río y la Macroeconomía
Pero esta potencia inmanente del río vive en tensión con el mandato exportador de la macroeconomía nacional. Para los grandes jugadores económicos, el Paraná es una autopista líquida
que debe ser dragada y profundizada a toda costa, sin considerar el impacto ambiental.
La crisis climática agrava esta situación, con inestabilidad hidrológica cada vez mayor. Las inundaciones y sequías serán más profundas y frecuentes, y la ciencia establece que la clave está en co-gestionar bajantes y crecientes como un solo fenómeno.
La Disputa por el Control del Río
Detrás de la fallida licitación de la hidrovía se esconde una disputa geopolítica por el control del Río Paraná. Empresas extranjeras, gobernadores, cámaras empresariales y la Sociedad Rural se enfrentan en una batalla que va más allá de los 12 mil millones de dólares en juego.
Mientras que las organizaciones ambientales y sociales reclaman una gestión integral de la cuenca que priorice la salud del ecosistema, los intereses económicos presionan por un dragado cada vez más profundo para facilitar la exportación de commodities.
Recuperando Nuestra Conexión con el Río
Construir otros futuros para el Río Paraná implica diseñar modelos alternativos de conexión identitaria y comunitaria con él. Recuperar el derecho al acceso público a las costas, crear reservas naturales y regular las aguas cloacales son algunos de los desafíos.
Historias como la de Luis “Cosita” Romero, que en los 90 recorrió el río para denunciar el impacto de la represa de Yacyretá, inspiran a cientos de militantes que hoy salen a defender y proteger al Río Paraná. Ellos nos recuerdan que florecen así cientos de militantes que con remo en la mano, se disponen a recorrer de nuevo cientos de kilómetros para defender y proteger al Río Paraná
.
