Araceli González y Flor Torrente se unieron para rendir un sentido homenaje a Rubén Torrente, el padre de Flor y ex esposo de Araceli, quien falleció el 27 de febrero. A través de conmovedores mensajes en redes sociales, ambas mujeres expresaron su profundo dolor, pero también su eterno amor y agradecimiento por la vida de este hombre que marcó sus vidas de manera indeleble.
Araceli y Rubén se conocieron cuando ella tenía 19 años y se casaron en 1988. Un año después, nació su única hija en común, Florencia Torrente. Aunque su matrimonio no duró, ambos mantuvieron una relación cercana y cariñosa, enfocados en brindar a su hija el mejor apoyo posible.
En su mensaje, Araceli González expresó: Hija hermosa! Te abrazo esa almita bella! Leerte me destroza!! Pero sos una leona en todos los órdenes!! Ambos te amamos desde el día 1!! El quería mujer!!! Y así fue!!! Te ama porque seguirá cuidándote de cerca!! Eso lo sabés
. La actriz destacó el amor incondicional que Rubén siempre tuvo por su hija, y cómo ese vínculo especial continuará más allá de su partida.
Un Legado de Amor y Recuerdos
Por su parte, Flor Torrente también compartió un emotivo mensaje en Instagram, donde expresó: Por un lado tan difícil, tan doloroso, tan latente, tan feroz; te atraviesa la vida entera, mientras todo sigue. Pero por el otro, una enorme felicidad y amor. Porque habla de que el dolor es TAN GRANDE, como su presencia y huella en vida.
La joven actriz agradeció los recuerdos, las risas y la compañía de su padre, y aseguró que seguirá hablando con él y cuidando de la familia que construyeron juntos.
Tanto Araceli como Flor coincidieron en resaltar el amor y orgullo que Rubén Torrente siempre sintió por su hija, y cómo ese vínculo especial permanecerá vivo en sus corazones. Un legado de amor que trasciende la distancia y el tiempo, y que servirá de consuelo y fortaleza en este doloroso momento.
Recordando a un Padre Excepcional
A través de estas emotivas palabras, Araceli González y Flor Torrente rinden un homenaje sincero y conmovedor a Rubén Torrente, un hombre que, a pesar de las circunstancias, supo mantener un vínculo profundo y cariñoso con su familia. Su legado de amor y su presencia en la vida de Flor y Araceli serán atesorados por siempre, y les brindarán la fuerza necesaria para superar este difícil momento.
En medio del dolor, ambas mujeres encuentran consuelo en saber que Rubén Torrente las seguirá cuidando y acompañando desde donde esté, y que su recuerdo permanecerá vivo en sus corazones y en los de todos aquellos que tuvieron la dicha de conocerlo.
