Rubén Torrente, el padre de la actriz Flor Torrente, falleció inesperadamente a los 62 años mientras jugaba un partido de fútbol. Su pareja, Natalia Lezcano, relató a través de un conmovedor video en Instagram cómo atraviesa este duro momento y cuáles fueron las circunstancias de su trágica muerte.
Según Natalia, Rubén era un hombre sumamente sano y deportista que no consumía alcohol ni tabaco. Ella lo conoció cuando él tenía 39 años y ella entre 21 y 22, y en esa época él solía ir a jugar al fútbol todas las mañanas. Su pasión por el deporte era evidente.
El fatídico día, Rubén se encontraba jugando un partido con un amigo y su hijo menor, Vicente, cuando sufrió una descompensación que le provocó la muerte. A las 9 recibí el llamado que nos cambió la vida para siempre. Me dijeron que se había descompensado y que lo estaban reanimando. Su corazón se detuvo y no se pudo hacer más nada
, relató Natalia entre lágrimas.
El Legado de Rubén Torrente
Natalia expresó que los primeros días tras la muerte de Rubén fueron muy difíciles y que hizo las cosas “por inercia”, sin recordar con claridad esos momentos. Su prioridad ahora es acompañar a su hijo Vicente en este duro trance.
A pesar del dolor, Natalia resaltó que Flor Torrente es parte de su familia y que siempre lo será. Flor es parte de mi familia y lo va a ser siempre. Acá estamos. Hay que seguir adelante
, dijo conmovida.
Un Hombre Apasionado y Dedicado
En su despedida a Rubén, Natalia lo describió como un gran compañero de vida, el mejor padre que pudo elegir para su hijo y un apasionado amante del fútbol, la vida sana y la familia. Expresó que, aunque su partida es dolorosa, cuidará siempre de sus hijos.
La trágica muerte de Rubén Torrente ha dejado una profunda huella en su familia y amigos. Su legado como padre, deportista y ser humano será recordado con cariño por quienes tuvieron la dicha de conocerlo.