La casa de Gran Hermano sigue conmocionada después del comunicado revelado durante la gala del miércoles. El centro de atención fue Luciana Martínez, pieza clave del Tridente, el grupo más fuerte de la casa. Sin embargo, la grave acusación de acoso contra Bati Larrivey desestabilizó por completo a todos los participantes.
Más allá de las intensas horas que se viven dentro de la casa, con la audiencia expresando su descontento por la forma en que se expuso a ambos jugadores, generando opiniones encontradas, todos los focos se centran hoy en la figura de Juliana ‘Furia’ Scaglione. Si bien no estuvo involucrada directamente en el conflicto, el hecho de que la producción haya abordado el tema frente a todos hizo que cada participante tomara partido.
Después de la transmisión en vivo, los participantes se reunieron con sus grupos para debatir el impacto de la noticia. En este contexto, Sandra Priore, muy cercana a Juliana desde que ingresó esta semana a través del Golden Ticket, se acercó a Santiago ‘Tato’ Algorta y reveló un dato sorprendente sobre la reacción de Furia.
“Cuando dijeron que las cosas se arreglaban entre esas dos personas y no como cagón delante de toda la casa, mirá lo que hizo Furia”
, le dijo Sandra a Tato. Según el relato, Furia habría asentido con la cabeza, mostrando su solidaridad con Luciana y desestimando la denuncia de Bati.
Si bien es cierto que luego Furia conversó con Bati y lo apoyó, está claro que la doble de riesgo juega sola y no tiene aliados. Su gesto, favorable al Tridente, evidencia que la joven considera que este fue un tema que debía resolverse puertas adentro de la casa.
Este incidente revela la complejidad de las dinámicas y alianzas dentro de Gran Hermano, donde los participantes toman posiciones y defienden a sus grupos, incluso en medio de situaciones delicadas como la acusación de acoso. La reacción de Furia, una jugadora que hasta ahora se había mantenido al margen, muestra cómo los conflictos pueden generar nuevas alineaciones y tensiones en la casa.
