Alberto Cormillot y Estefanía Pasquini decidieron tomarse unas merecidas vacaciones familiares después de un año intenso. Luego de lidiar con diversos desafíos personales y profesionales, la pareja y su hijo Emilio de 3 años, se embarcaron en un viaje paradisíaco a México para disfrutar de unas relajantes jornadas en familia.
Lejos de la rutina y las obligaciones, los Cormillot se sumergieron en la cultura y la gastronomía mexicana, viviendo una experiencia llena de anécdotas divertidas y momentos memorables. Estefanía comparte con orgullo los detalles de este viaje, desde las travesuras de Emilio hasta las hazañas de Alberto en los toboganes de agua.
Emilio, el Pequeño Terremoto
Según cuenta Estefanía, mantener a raya a Emilio durante las vacaciones no ha sido tarea fácil. “Está hecho un terremoto. Nos cuesta más este año tenerlo bajo la mira”, confiesa. El pequeño no para de explorar el hotel, escapándose y metiéndose en restaurantes, lo que mantiene a sus padres en constante alerta.
A pesar de los desafíos, la pareja disfruta de poder pasar más tiempo juntos como familia, compartiendo todas las comidas y actividades. “Descansar no pudimos ni un minuto. Estamos jugando todo el tiempo con Emilio”, afirma Estefanía.
Anécdotas Divertidas
Entre las divertidas anécdotas del viaje, Estefanía destaca dos momentos memorables. El primero tiene que ver con la búsqueda de un pañal para Emilio después de un accidente en un centro comercial. “Emilio se hizo caca y no había pañales de su tamaño. Él lloraba para que lo cambiáramos pero no teníamos nada. Después encontramos pañales y quería los de Elsa, de Frozen, y el tamaño no era”, relata entre risas.
El segundo episodio cómico involucra a Alberto y su hazaña en el tobogán de agua. “Emilio y yo bajamos lo más bien porque ambos somos mínimos, pero Alberto se retrasaba, porque es alto y grandote y lo tuvimos que esperar porque no se deslizaba
“, cuenta Estefanía.
Diferencia de Edad y Miradas Curiosas
Otra situación recurrente durante el viaje ha sido la reacción de la gente ante la diferencia de edad entre Alberto y Estefanía. “Nos pasa que a cada lugar al que vamos nos miran como diciendo: `Qué rara esta pareja´. Como que se quedan y empiezan a hacer números”, relata la nutricionista.
Lejos de molestarse, la pareja se divierte con las especulaciones de los demás, imaginando posibles relaciones entre ellos y Emilio. “Claro, ella tiene un nene y se lo enganchó a él y él lo cuida y ella aprovecha para dormir
“, comenta Estefanía entre risas.
Disfrutando del Paraíso Mexicano
A pesar de los desafíos, los Cormillot han logrado disfrutar de las playas, la comida y el clima cálido de México. Sin embargo, Estefanía confiesa que no son muy amigos del picante, una de las características de la gastronomía mexicana. “Ayer me quedé sin comer. Me fui a buscar una pizza, se nos complicó con el picante… El chiquito es a único que le entra a todo”, cuenta.
Con un año lleno de altibajos a sus espaldas, esta escapada familiar ha sido una oportunidad para que Alberto, Estefanía y Emilio se reconecten y creen nuevos recuerdos juntos, lejos de las presiones y obligaciones cotidianas.