El Gobierno de Argentina ha anunciado un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 179/2025 publicado esta semana ha generado más dudas que certezas. Si bien el texto confirma algunos aspectos esperados, también deja importantes interrogantes sobre el monto de financiamiento “nuevo” que el país recibirá del organismo multilateral.
Confirmaciones y Ambigüedades del Acuerdo
Según el DNU, el nuevo acuerdo con el FMI sería similar al vigente desde 2022, es decir, un acuerdo de facilidades extendidas a 10 años con 4 años de gracia. Esto permitiría refinanciar los vencimientos de capital con el organismo durante el resto del mandato de Milei. Sin embargo, no queda claro si los intereses también serían refinanciados.
El decreto también confirma que el acuerdo traería financiamiento adicional, a diferencia del acuerdo anterior. Pero aquí surge la principal incógnita: ¿cuánto dinero “nuevo” prestará el FMI para cubrir las necesidades de balanza de pagos de este año? El texto establece un mecanismo contable por el cual los fondos del FMI se usarían para cancelar Letras Intransferibles en poder del Banco Central, pero no aclara el monto total.
Estimando el Financiamiento “Nuevo”
Según los cálculos, las Letras Intransferibles con vencimiento en 2025 suman un valor nominal de USD 32.925 millones, pero están contabilizadas en los estados del BCRA por unos USD 12.000 millones. Si se toma como referencia la primera letra que vence en junio, por USD 10.563 millones con un valor contable de USD 4.000 millones, el financiamiento “nuevo” del FMI estaría entre USD 4.000 millones y USD 12.000 millones. Un rango muy amplio que genera incertidumbre.
“Si el valor final se encuentra en un valor intermedio, se trataría de un monto menor a lo esperado y lejos de las necesidades de balanza de pagos del año”
Credibilidad del Equipo Económico en Juego
Más allá de las ambigüedades del DNU, el Gobierno ha optado por una estrategia comunicacional cuestionable. Funcionarios como el ministro Caputo han hecho afirmaciones que contradicen la realidad, como que el crédito del FMI “no aumenta la deuda pública” o que busca “sanear el balance del BCRA”.
Estas declaraciones engañosas erosionan la credibilidad del equipo económico en un momento clave, cuando la dolarización de carteras y las expectativas electorales serán cruciales. La falta de transparencia y la prioridad por obtener “likes” en redes sociales pueden tener un costo significativo en los meses previos a los comicios.
Conclusión: Más Incertidumbre que Certezas
En resumen, el DNU 179/2025 confirma algunos aspectos esperados del nuevo acuerdo con el FMI, pero deja importantes interrogantes sin resolver, especialmente sobre el monto de financiamiento “nuevo” que recibirá Argentina. Esta ambigüedad, sumada a la cuestionable estrategia comunicacional del Gobierno, genera más dudas que certezas sobre la capacidad del país para afrontar sus necesidades de balanza de pagos en 2025.