Los oscuros secretos de Hugh Hefner y su Ășltima esposa revelados

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Los oscuros secretos de Hugh Hefner y su Ășltima esposa revelados

Crystal Hefner (37), la viuda de Hugh Hefner (1916-2017), reviviĂł grandes mitos y revelĂł secretos del magnate a 6 años de su muerte. Tras ‘liberarse’ de las presiones con las que conviviĂł durante una dĂ©cada, se quitĂł muchos de los implantes que se habĂ­a realizado en su Ă©poca de ‘conejita’ y retomĂł sus estudios. Como parte de su transformaciĂłn, la mujer lanzarĂĄ en breve Solo di cosas buenas, un libro en el que contarĂĄ en detalle toda su experiencia con el empresario estadounidense. El tĂ­tulo es una especie de ‘rebeliĂłn’ al Ășltimo pedido de Ă©l: no contar las experiencias traumĂĄticas a su lado.

Cómo era su extraña relación con Hugh Hefner

Crystal y Hugh Hefner se conocieron cuando ella tenĂ­a tan sĂłlo 21 años y Ă©l 81. En ese entonces, ella vivĂ­a en California y, tras solicitarlo, consiguiĂł una invitaciĂłn a participar de una fiesta de Halloween en la mansiĂłn Playboy. Esa misma noche conociĂł a quien 6 años despuĂ©s se convertirĂ­a en su marido. El primer tema de conversaciĂłn surgiĂł porque Crystal estudiaba psicologĂ­a y Hefner habĂ­a hecho esa misma carrera en su juventud. Respecto a la primera noche que compartieron juntos, ella definiĂł: ‘Nada destacable’. Casi de inmediato se mudĂł con Ă©l y comenzĂł su relaciĂłn poco tradicional. ‘Recuerdo que me dictĂł con precisiĂłn quĂ© tono de esmalte de uñas debĂ­a usar (rosa, pĂĄlido y transparente, nunca mate) y me daba unos golpecitos suaves en la cabeza cuando se me veĂ­an las raĂ­ces’, precisĂł sobre los mandatos estĂ©ticos que debĂ­a cumplir para ser parte de la vida Playboy. ‘Miro atrĂĄs y siento pena’, reflexiona Crystal al recordar su vida al lado de Hugh Hefner.

Crystal, entre prohibiciones, el adoctrinamiento y los mandatos: ‘Siento pena por mĂ­ misma’. Con un poco de distancia e introspecciĂłn, Crystal pudo analizar esta experiencia y su relaciĂłn con Hugh de una manera completamente diferente. Con un poco de arrepentimiento, confesĂł: ‘Si fuera mi hija ahora, no ocurrirĂ­a. Todo lo que puedo decir es que si vienes de una infancia de cariño, feliz y perfecta, normalmente no acabas con alguien que tenĂ­a casi 60 años cuando naciste. Es tan triste, parecĂ­a un bebĂ©. Miro atrĂĄs y siento pena por esa chica. Eso iba a ser como ese momento de El mago de Oz donde la fantasĂ­a se desvanece, descubres la cortina y ves la realidad. Pero quien tiene el dinero crea las reglas, Âżno?’. En los años que viviĂł con Hefner, Ă©l no la dejaba salir de la casa sin su permiso. Tampoco tenĂ­a permitido viajar sin Ă©l ni tomar ningĂșn tipo decisiĂłn. En la fastuosa propiedad de Los Ángeles regĂ­a un toque de queda: a las 6 de la tarde todos debĂ­an estabar cenando. Él todas las noches comĂ­a el mismo plato de sopa de pollo con queso crema y luego ella, y el resto de sus amantes, debĂ­an acompañarlo a ver pelĂ­culas o participar de orgĂ­as. ‘Si miro para atrĂĄs, tenĂ­a un cierto sĂ­ndrome de Estocolmo’, sentenciĂł dando a entender que el empresario era su ‘captor’ y ella su vĂ­ctima. ‘Una parte de mĂ­ pensaba que, si fuera amor verdadero, no habrĂ­a mĂĄs mujeres en ese dormitorio. Me reconciliaba conmigo misma intentando creer que Hef me amaba del mejor modo que sabĂ­a’, cerrĂł. ‘Quien tiene el dinero es quien crea las reglas’, expuso la viuda de Hugh Hefner sobre las abusivas condiciones que imponĂ­a el magnate. Crystal fue quien lo acompañó en sus Ășltimos de dĂ­as de vida. En ese entonces fue ella quien se hizo cargo de Ă©l ya que sentĂ­a ‘la necesidad de cuidarlo’. ‘SegĂșn se iba haciendo mayor, se volvĂ­a mĂĄs necesitado y dependiente de mĂ­’, explicĂł.

Los primeros dĂ­as de Crystal en la mansiĂłn

Apenas fue invitada a ser parte de ‘la tribu’, dejĂł sus estudios y se mudĂł tanto con Ă©l como con todas las otras mujeres que tambiĂ©n eran parte de su vida. ‘Dependes de la bondad de los otros y te haces chiquitita para poder encajar, no tienes poder. Cuando le conocĂ­ dije: ‘Vaya, podrĂ­a pertenecer a esto’. Al principio, la mansiĂłn Playboy me pareciĂł un santuario. No lo era. Pero o lo tomas o lo dejas, y yo no sentĂ­a que tuviera otro lugar donde ir o que pudiera hacer nada mĂĄs’, reflexionĂł. ‘HabĂ­a un cierto arresto domiciliario, vivĂ­ en la misma burbuja entre los 21 y los 31 años. Era premiada por ser dependiente y por muchas cosas raras y competitivas. Ahora estoy aprendiendo cĂłmo es ser una persona normal saliendo y en relaciones. EstĂĄ siendo duro’, reflexionĂł la Ășltima esposa de Hefner sobre su estancia en una de las propiedades mĂĄs polĂ©micas del mundo. Crystal y Hugh Hefner se casaron en el año 2012. Ella fue su tercera y Ășltima esposa.

Las polémicas fiestas de Playboy

Hasta el dĂ­a de su muerte, el polĂ©mico empresario realizĂł las famosas fiestas en su icĂłnica mansiĂłn. Todos los domingos eran el dĂ­a de las orgĂ­as con 200 personas y en las cuales Hugh ‘tomaba viagra sin parar’. Tal es asĂ­ que cerca del final de su vida se quedĂł sordo de uno de los oĂ­dos, una de las consecuencias mĂĄs comunes al tomar ese fĂĄrmaco. SegĂșn el testimonio de Crystal, Ă©l preferĂ­a afrontar esa consecuencia con tal de seguir teniendo sexo. La viuda del fundador de Playboy revelĂł que en sus 5 años de matrimonio perdiĂł por completo la privacidad. ‘No conocĂ­a a la mayor parte de la gente que habĂ­a en nuestro dormitorio, que era mucha. Horrible. Era como: ‘Venga, ahora te toca a ti’. En realidad nadie querĂ­a estar allĂ­ pero pienso que, en la mente de Hef, Ă©l pensaba que todavĂ­a tenĂ­a cuarenta y tantos años y, esas noches, la gente, la mansiĂłn, hacĂ­an mĂĄs sĂłlida esa idea. Él aĂșn sentĂ­a que lo podĂ­a’, confesĂł.

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