En su regreso a la casa de Gran Hermano, Furia, la participante más controversial de la última edición, ha enfrentado algunos desafíos para adaptarse al ritmo y la energía de sus nuevos compañeros. En una reveladora conversación con Juan Pablo, Furia abrió su corazón y compartió las dificultades que está atravesando.
Cuando Juan Pablo le ofreció unirse al resto del grupo para comer, Furia respondió: Yo ya comí, porque salí antes de la fiesta
, dejando en claro que no tiene intención de pasar mucho tiempo con sus compañeros. Luego, hizo una sorprendente declaración: No voy a comer hasta que no se calmen con su mala onda
, lo que generó preocupación entre los presentes.
Cuidando su Energía Vital
Furia explicó que su decisión de no comer se debe a que se siente abrumada por la energía negativa que percibe en la casa. Soy como un budita. Yo chupo las energías. Y también tengo que cuidar mi energía, si no, voy a empezar a tipo ooooh. Ya duermo un montonazo, imaginate
, reveló.
Según Furia, su sensibilidad a las energías de los demás la lleva a tener que protegerse y cuidar de sí misma. Creo que hay un malentendido. Obviamente se siente la energía. Pero como que creen que de ambos lados creen que el otro lado la quiere picar y nada que ver. Para mí están desencontrando al pedo
, analizó.
Celebrando su Cumpleaños con Gratitud
A pesar de los desafíos, Furia recibió un gesto especial de su compañera Selva Pérez, quien le obsequió un gorrito de ducha con diseño para celebrar su cumpleaños en la casa. Furia agradeció el detalle y lució el regalo con una sonrisa, demostrando su aprecio por el apoyo de sus compañeros.
Más tarde, en el comedor, Furia sopló las velitas de su torta de cumpleaños, expresando: Voy a pedir lo mismo que el año pasado… no pasó, pero bueno, dale
. Rodeada del cariño de sus compañeros, Furia celebró su día especial, a pesar de los desafíos que enfrenta para mantener su equilibrio emocional en la competencia.
