Catalina Gorostidi, la participante de Gran Hermano, ha vuelto a generar preocupación entre sus compañeros y seguidores del programa debido a sus recientes comentarios sobre su imagen corporal. Durante una conversación con sus compañeras, Catalina expresó su inquietud: “Yo siento que ya me veo gorda de nuevo”, lo que encendió las alarmas tanto dentro como fuera de la casa.
Esta no es la primera vez que Catalina muestra actitudes preocupantes relacionadas con la alimentación. En varias ocasiones, se la ha visto evitando la comida y poniendo excusas para no comer, incluso mencionando que no le gustaba cómo cocinaba Sandra. Estos comportamientos han despertado sospechas y han llevado a sus compañeros, como Gabriela, a intentar calmarla y advertirle: “No empieces con tus locuras”.
Antes de ingresar al reality, Catalina ya había hablado abiertamente sobre su relación con la comida, confesando que desde los 17 años ha lidiado con un trastorno alimenticio. Ella también ha criticado los comentarios sobre los cuerpos ajenos y ha expresado lo difícil que ha sido para ella lidiar con las opiniones externas.
Ahora, la preocupación por el bienestar de Catalina ha crecido más que nunca. Sus compañeros dentro de la casa han intentado brindarle contención, pero en las redes sociales, los seguidores del programa han sido claros en su reclamo: exigen que Catalina reciba ayuda profesional urgente. Algunos incluso han pedido directamente que la producción intervenga antes de que sea demasiado tarde.
Esta situación pone de manifiesto la importancia de abordar los trastornos alimenticios de manera integral y con el apoyo adecuado. Catalina ha demostrado ser una participante valiente al compartir su lucha, y ahora es crucial que reciba el acompañamiento y los recursos necesarios para superar este desafío. Solo así podrá encontrar la fortaleza y la confianza para abrazar su belleza interior y exterior.
La historia de Catalina en Gran Hermano se ha convertido en un reflejo de la realidad que enfrentan muchas personas con trastornos alimenticios. Es un llamado a la empatía, la comprensión y la acción, para que nadie tenga que luchar solo contra esta batalla interna. Con el apoyo adecuado, Catalina y otros como ella pueden encontrar el camino hacia una relación saludable con su cuerpo y su alimentación.
