Cande Tinelli y Coti Sorokin parecían una pareja feliz y enamorada cuando se casaron en febrero de 2024. Sin embargo, a menos de un año de su boda, la relación comenzó a deteriorarse y finalmente Cande confirmó su separación definitiva.
Según los reportes, la pareja enfrentó varios problemas desde el inicio de su matrimonio. Coti era muy controlador y no quería que Cande se alejara de su alcance, lo que generaba constantes conflictos. Además, la influencer reveló que tomó la decisión unilateral de divorciarse, ya que la relación “no mejoraba” a pesar de los esfuerzos.
Un punto de quiebre parece haber sido cuando Cande decidió pasar el verano con su familia en José Ignacio, algo que al cantante no le cayó nada bien. Esto habría desencadenado una crisis que finalmente los llevó a tomar caminos separados.
“Se lo pedí yo. No fue de común acuerdo. Él tampoco está acá y quería hacer las cosas express. Se dio así”
La pareja mantuvo un hermetismo considerable sobre los problemas en su relación, pero las señales comenzaron a llegar cuando Cande eliminó todas las fotos de ellos juntos de Instagram y regresó sola a Buenos Aires.
Intentos Fallidos por Salvar el Matrimonio
Según los relatos, Cande y Coti “venían mal, muy mal” en los últimos meses previos a la separación. Intentaron mantener la relación, pero los problemas de control y distanciamiento parecen haber sido demasiado para ellos.
En un principio, Cande había expresado que estaban “viendo cómo seguir”, pero finalmente tomó la drástica decisión de solicitar el divorcio, dejando en claro que no fue una decisión de mutuo acuerdo.
Un Matrimonio Corto y Turbulento
La separación de Cande Tinelli y Coti Sorokin sorprendió a muchos, ya que la pareja se veía muy enamorada cuando se casó. Sin embargo, los problemas de control, distanciamiento y falta de entendimiento mutuo terminaron por minar su relación en menos de un año.
Esta ruptura evidencia que incluso las uniones más celebradas pueden enfrentar desafíos inesperados. La historia de Cande y Coti sirve como un recordatorio de que el amor, por sí solo, no es suficiente para mantener un matrimonio a flote.
