Robertito Funes Ugarte, conocido por su trayectoria en la televisión, se perfila como el sorpresivo candidato para ocupar el cargo de vocero presidencial en la Casa Rosada. Esta noticia ha generado gran revuelo en los círculos políticos, ya que Robertito era considerado una figura alejada de la política hasta hace poco.
El rumor comenzó a circular después de que Robertito apareciera en el balcón presidencial junto a Javier Milei y su hermana Karina. Lo que parecía un gesto simpático terminó convirtiéndose en un posible pase al mundo político. “Gracias a los medios y a un programa como el tuyo, este chico no se lo olvida más”
, expresó Robertito en pleno móvil, encendiendo todas las alarmas.
De Telefe a la Casa Rosada
Durante mucho tiempo, Robertito fue una figura ajena a la política, pero su vínculo con el poder no es nuevo. Cristina Fernández de Kirchner llegó a elogiar su elegancia y lo hizo saludar al Papa Francisco en el Vaticano. Ahora, el Gobierno evalúa la posibilidad de nombrarlo como el nuevo vocero presidencial, lo que implicaría el desembarco de Manuel Adorni en la Legislatura.
Robertito se ha convertido en un puente entre figuras políticas, como cuando ofició de intermediario entre Milei y Pedro, el niño que lloró al conocer al Presidente. “Porque lo ama”
, fue la respuesta de Robertito al mandatario, un gesto que emocionó a muchos pero también lo puso en el centro de una jugada inesperada.
¿Un Cambio en la Vocería Presidencial?
Hasta el momento, ni el Ejecutivo ha confirmado ni desmentido los rumores sobre el posible reemplazo de Adorni por Robertito. Sin embargo, en los pasillos del poder se dice que ya hubo contactos al respecto. Robertito Funes Ugarte no se ha pronunciado públicamente sobre el tema, pero en sus redes sociales se le ha visto relajado, a pesar de la agitación que genera esta noticia.
Lo que queda claro es que Robertito, lejos de mantener un perfil bajo, se ha convertido en una figura clave en la escena política argentina. Su ascenso inesperado como posible vocero presidencial demuestra que en la Casa Rosada todo puede pasar.
