Situado a tan solo dos horas de la capital argentina, el pequeño pueblo de Castelli alberga un tesoro arquitectónico que cautiva a todos los que lo visitan: el majestuoso Castillo de la Estancia La Raquel. Esta imponente estructura, construida en 1894, se yergue entre jardines y un exuberante bosque, ocultando entre sus muros una historia de amor y tragedia que ha cautivado a generaciones.
Los Orígenes del Castillo
Los orígenes de este castillo se remontan a la familia Guerrero, una de las más acaudaladas de la región. La propiedad, que en su momento se conocía como La Postrera, perteneció a esta distinguida familia. Pero fue en 1872, casi dos décadas antes de la construcción del castillo, cuando ocurrió un trágico suceso que marcaría para siempre la historia de este lugar.
El Crimen Pasional de Felicitas Guerrero
Felicitas Guerrero, una de las mujeres más ricas de Argentina en aquel entonces, celebraba una fiesta de compromiso en su propia casa cuando uno de sus pretendientes, con quien no se iba a casar, la asesinó. Este crimen, que en su momento fue catalogado como “crimen pasional”, podría considerarse uno de los primeros femicidios que salieron a la luz pública en el país.
El Castillo y su Conexión con la Tragedia
Aunque Felicitas Guerrero nunca llegó a ver el imponente castillo que hoy se alza en la ruta 2, la propiedad actual de la Estancia La Raquel está directamente vinculada a su familia. La actual dueña, Cecilia Guerrero, es familiar directa de la adinerada mujer asesinada en 1872. De hecho, gran parte de las 80 hectáreas que conforman la estancia pertenecían en su momento a la familia Guerrero.
Preservando la Historia
Hoy en día, la Fundación Manuel Guerrero se encarga de cuidar y mantener este valioso patrimonio cultural, asegurándose de que las historias de quienes habitaron esta zona hace más de 150 años sigan siendo recordadas. Visitar este castillo es sumergirse en un viaje al pasado, donde los ecos de una trágica historia de amor resuenan entre sus muros.