Detrás de la imagen pública de Paula Bernini como una periodista solidaria y comprometida, se esconde una realidad muy diferente según denuncias de sus propios colegas en TN. En los últimos días, la cobertura del temporal en Bahía Blanca dejó al descubierto una faceta mucho más irascible y conflictiva de Bernini, quien protagonizó un polémico episodio al salir en vivo y estallar en reclamos y gritos contra la producción por problemas técnicos.
Malos tratos y lenguaje racista
Pero este no sería un hecho aislado, sino que varios de sus compañeros han denunciado la “pesadilla” que viven trabajando con ella. Según los testimonios, Bernini no es la buena onda que muestra ante las cámaras, sino todo lo contrario: “Es muy mala compañera” y “ha hecho llorar a muchísimas productoras por sus malos tratos”.
Incluso se la acusa de utilizar un lenguaje racista, refiriéndose a sus colegas con el despectivo término “negrita”. “Hay mensajes que son irreproducibles y otros que son muy tristes”
, señaló la panelista Melina Vinci, quien aseguró que los trabajadores no pueden quejarse ante las autoridades porque Bernini es “una de las periodistas más cuidadas” en el canal.
La Imagen Solidaria, ¿una Fachada?
Según los testimonios, la imagen de solidaridad y compromiso que Bernini proyecta ante las cámaras no se condice con su verdadera actitud en el día a día laboral. Sus compañeros afirman que es “todo lo contrario” a lo que muestra en pantalla, y que su comportamiento dista mucho de ser el de una “buena compañera”.
La periodista habría protagonizado numerosos incidentes, llegando incluso a hacer llorar a varias de las productoras con las que trabaja debido a sus malos tratos. Además, se la acusa de utilizar un lenguaje racista y despectivo hacia sus colegas, refiriéndose a ellos con el término “negrita”.
Denuncias Silenciadas
Pese a estas acusaciones, los trabajadores no pueden quejarse abiertamente ante las autoridades del canal, ya que Bernini es considerada una de las periodistas “más cuidadas” de TN. Esto habría generado un ambiente de temor e impotencia entre sus compañeros, quienes se ven obligados a soportar su comportamiento sin poder tomar medidas al respecto.
La situación pone en evidencia la necesidad de que los medios de comunicación implementen protocolos más efectivos para abordar denuncias de maltrato y discriminación entre sus propios empleados, y garantizar un ambiente laboral saludable y respetuoso para todos.
