La Educación Olvidada: Cómo las Élites Ignoran la Crisis Educativa Argentina

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La educación argentina se encuentra en una crisis profunda, con indicadores preocupantes que revelan un deterioro constante. Sin embargo, las élites políticas, económicas e intelectuales parecen desconectadas de esta realidad, ignorando la urgencia de abordar este problema.

Un claro ejemplo de esta desconexión se evidenció en una reciente sesión del Senado de la Nación, donde un senador destacó que su provincia había “ganado” el “concurso” educativo con un 60% de desempeño en las evaluaciones nacionales Aprender. Este comentario absurdo demuestra el desconocimiento de los legisladores sobre una de las pocas políticas educativas de Estado implementadas desde 1993, independientemente del signo político del gobierno.

La Indiferencia de las Élites

Este desinterés estructural de las clases dirigentes por la educación no es exclusivo del Senado. Incluso periodistas formados y con buena fe desconocen hechos relevantes, como la implementación de la política de alfabetización inicial más ambiciosa de la historia reciente, que cuenta con el acuerdo de todos los gobernadores.

La mejora educativa sería inviable sin un involucramiento activo de las élites políticas, económicas, gremiales e intelectuales. Esta afirmación, realizada en mi libro “El Colapso de la Educación” en 2018, sigue siendo válida en la actualidad.

La Educación, Relegada de la Agenda Pública

El “círculo rojo” mantiene la educación al margen del debate público, salvo cuando se culpa al sindicalismo docente de los males del sistema. Mientras tanto, cuando peligra el financiamiento de las universidades, surgen acuerdos políticos transversales para incrementar el presupuesto. Sin embargo, cuando lo que está en riesgo es el financiamiento de las escuelas públicas a las que asiste el 50% de los niños y niñas argentinos en situación de pobreza, los actores vuelven a su guion habitual.

La Brecha Educativa se Profundiza

A pesar de que el interés por la educación se expresa en la preocupación por la elección de escuelas, especialmente tras la pandemia, la energía de las élites no se canaliza hacia la mejora de la educación pública. Esto se debe a que una parte de la población está más o menos conforme con la escuela de sus hijos y, por lo tanto, no presiona a los gobiernos para implementar mejoras.

En consecuencia, el colapso educativo se ha vuelto tan cotidiano que ya ni siquiera molesta. La brecha entre las escuelas estatales y privadas se profundiza, y esto no parece incomodar a nuestras élites, que no demuestran interés en abordar esta problemática.

Un Llamado a la Acción

Es urgente que las clases dirigentes, políticas, económicas, gremiales e intelectuales, se involucren activamente en la mejora del sistema educativo argentino. Solo a través de un esfuerzo conjunto y un compromiso real, podremos revertir el deterioro de la educación pública y garantizar un futuro más equitativo para todos los niños y jóvenes del país.

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