La caída en el uso del transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es un fenómeno preocupante que amenaza la sostenibilidad de este servicio esencial. Según datos del Instituto de Estadística y Censos porteño, en abril de este año el subte transportó 23% menos pasajeros que en el mismo mes de 2024, y la caída roza el 40% en comparación con abril de 2019, previo a la pandemia.
Rafael Skiadaressis, economista especializado en transporte, explica que “mientras en el resto de las ciudades se observa una lenta recuperación, aunque limitada por el efecto del teletrabajo, la descoordinación tarifaria entre el subte y el colectivo logra el efecto contrario en Buenos Aires, expulsando pasajeros del servicio con mayor capacidad de transporte”.
Factores Clave de la Crisis
Varios factores se conjugan para generar esta crisis del transporte público en el AMBA:
Descoordinación Tarifaria
El costo del boleto de subte ($963) actualmente duplica al del colectivo ($472), cuando históricamente la diferencia era de apenas 1,10 veces. Esto afecta directamente la elección modal, haciendo que muchos viajes que podrían hacerse en subte se terminen realizando en colectivo.
Calidad del Servicio
Problemas como el cierre de la línea D a principios de 2024 y los inconvenientes en la flota de la línea B han impactado negativamente en la frecuencia y tiempos de viaje, desalentando a los usuarios.
Cambios en Hábitos de Movilidad
La mayor adopción del teletrabajo y la disminución de viajes al centro de negocios han reducido la demanda de transporte público, aunque la caída en Buenos Aires es mucho mayor a la observada en otras ciudades.
Estrategias para Reconquistar a los Usuarios
Natalia Neri, directora general de Transporte Colectivo de Pasajeros del Gobierno de la Ciudad, reconoce que “no logramos conseguir que los pasajeros vuelvan al transporte público”. Sin embargo, existen algunas estrategias clave que podrían ayudar a revertir esta tendencia:
Integración Tarifaria y Mejora de la Calidad
Avanzar hacia una tarifa integrada entre subtes, trenes y colectivos, como en el caso de Santiago de Chile, y priorizar la mejora de la calidad del servicio, con inversiones en renovación de flota y obras de infraestructura.
Subsidios y Financiamiento Estatal
Tal como se discute en países como Perú, la implementación de subsidios al transporte público podría ser clave para mantener tarifas accesibles y mejorar la sostenibilidad del sistema.
Carriles Exclusivos y Abonos Integrados
Siguiendo el ejemplo de ciudades como México, la expansión de carriles exclusivos para buses y la implementación de abonos que faciliten la intermodalidad podrían incentivar el uso del transporte público.
Coordinación Metropolitana Esencial
Para lograr una verdadera transformación del transporte público en el AMBA, será fundamental una mayor coordinación entre las diferentes jurisdicciones (Nación, Provincia y Municipios) que permita articular políticas y repartir responsabilidades de manera efectiva. Solo así se podrá diseñar un proyecto de movilidad integral que mejore las condiciones de viaje de los usuarios.
