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sábado, julio 26, 2025

Tomás Quintín Palma: Un Humorista Rosarino Que Encuentra Inspiración en los Libros

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Llegamos a la casa de Tomás Quintín Palma justo antes del atardecer. En el piso 15 del Microcentro porteño, el sol está a punto de perderse detrás de los edificios, acentuando los contornos de la ciudad. Antes de que avance la noche, Tomás posa para algunas fotos. Estamos aquí para conversar sobre su relación con los libros, un tema que lo apasiona y del que ha hablado en diversos canales de streaming.

Tomás, un humorista y actor rosarino afincado en Buenos Aires, nos cuenta cómo los libros le han mostrado “el lado oscuro de la vida” incluso antes de que su propio padre se lo revelara. Desde una infancia marcada por lecturas existencialistas y “malditas”, hasta su descubrimiento de autores como Houellebecq, Virginie Despentes y Vernon Subutex, los libros han sido una ventana a una realidad más cruda y dolorosa.

Pero los libros también le han servido como una fuente de inspiración creativa. Tomás nos explica cómo la lectura le facilita “estar en otro lugar”, le permite “probarse en otro estado” y lo vuelve “permeable” a nuevas ideas que luego puede deformar y usar en su trabajo como humorista y comunicador.

Su biblioteca, nutrida y dispersa por todo el departamento, es un reflejo de sus intereses eclécticos: desde ficción y no ficción, hasta libros de autores rosarinos que, según él, “abrieron un camino” para que otros como él puedan encontrar su lugar. Obras de Fogwill, Fito Páez y Silvina Luna, entre otros, conviven con títulos de Houellebecq, Virginie Despentes y Kenneth Goldsmith.

Tomás es un lector que “picotea” y busca, que se nutre de las ideas y los ritmos de los libros para luego volcarlos en su propio trabajo creativo. Ya sea a través de su faceta de humorista, actor o comunicador, Tomás demuestra cómo los libros pueden ser una fuente inagotable de inspiración y un refugio donde habitar diferentes estados de ánimo.

La Lectura como Ventana al Lado Oscuro de la Vida

Tomás recuerda cómo, desde su adolescencia, los libros le mostraron “el lado oscuro de la vida” incluso antes de que su propio padre se lo revelara. Mientras en su casa se hablaba de algo “por arriba”, sus padres le daban a leer literatura más existencialista y “dolorosa”, como las obras de Nietzsche y Hermann Hesse.

“En vez de que tu padre te lo cuente, te lo dice un escritor”, reflexiona Tomás, quien considera que el libro es “el primer objeto que te muestra el lado oscuro de la vida”.

Más tarde, a través de amigos, novias y su trabajo en la radio, Tomás descubrió autores como Enrique Symns, los poetas beatniks y, posteriormente, a Michel Houellebecq, Virginie Despentes y Vernon Subutex. Estas lecturas le permitieron “ver cómo podía ser el destino” y anticipar la adultez, con todo su dolor y complejidad.

Libros como Fuente de Inspiración Creativa

Pero los libros no solo le han mostrado el lado oscuro de la vida a Tomás, sino que también han sido una fuente de inspiración creativa. Él considera que la lectura le facilita “estar en otro lugar” y le permite “probarse en otro estado”, volviéndolo más “permeable” a nuevas ideas que luego puede deformar y usar en su trabajo.

Tomás es un lector ecléctico que disfruta de la ficción y la no ficción por igual. Desde autores rosarinos como Fito Páez y Silvina Luna, hasta pensadores como Éric Sadin y Slavoj Žižek, Tomás encuentra en los libros un refugio donde habitar diferentes estados de ánimo y una ventana a nuevas formas de ver el mundo.

“Leer es algo cotidiano como lo es bañarme o ver tele, es un lugar que habito”, afirma Tomás, quien a veces incluso se ríe de cosas dolorosas o trágicas que encuentra en los libros, demostrando su capacidad de abstraerse y encontrar el humor en lo absurdo.

Un Lector Apasionado y Ecléctico

La biblioteca de Tomás es un reflejo de sus intereses diversos y su pasión por la lectura. Desde libros dedicados por autores como Fogwill y Silvina Luna, hasta obras de artistas visuales como Guillermo Iuso y Fabio Kacero, Tomás demuestra ser un lector “fetichista de las dedicatorias” y un amante de lo inclasificable.

Pero más allá de su colección, Tomás se define como un lector que “picotea” y busca, que se nutre de las ideas y los ritmos de los libros para luego volcarlos en su propio trabajo creativo. Ya sea a través de su faceta de humorista, actor o comunicador, Tomás demuestra cómo los libros pueden ser una fuente inagotable de inspiración y un refugio donde habitar diferentes estados de ánimo.

Conclusión: Los Libros, Ventana a la Vida y Fuente de Inspiración

En la casa de Tomás Quintín Palma, los libros son mucho más que objetos de colección. Son una ventana al lado oscuro de la vida, pero también una fuente inagotable de inspiración creativa. A través de sus lecturas, Tomás ha encontrado un refugio donde habitar diferentes estados de ánimo y una forma de nutrir su trabajo como humorista, actor y comunicador.

Los libros, para Tomás, son un lugar donde “estar en otro lugar” y “probarse en otro estado”, un espacio que le permite ser más “permeable” a nuevas ideas y formas de ver el mundo. Y es en ese diálogo constante con la literatura que Tomás demuestra su pasión por la lectura y su capacidad de encontrar el humor y la inspiración incluso en lo más oscuro y doloroso de la vida.

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