La impactante historia de Gabriel Rolón y el difícil momento que vivió con su hija
Gabriel Rolón es un psicólogo muy admirado dentro de su entorno y que habitualmente concurre a diferentes medios para hablar sobre temas relacionados a la salud mental. Pero lo que pocos saben es la fuerte historia de vida que carga con su hija Malena, quien estuvo al borde de la muerte.
Es muy común que algunos testimonios de Gabriel se vuelvan virales en las redes por sus profundos análisis. El hecho de estar siempre analizando y hablando sobre los demás, llevó a que el eje se corra de su persona y volvió a tomar fuerza una entrevista que dio en el 2014.
Durísimo: Gabriel Rolón contó que le diagnosticaron 7 días de vida
En un mano a mano que tuvo con Alejandro Fantino, en aquel entonces conductor de Animales Sueltos por la América TV, Rolón se expresó de corazón abierto. “La felicidad en algún momento para mí, fue ver salir a mi hija de terapia intensiva. No recuerdo un momento tan fuerte”, empezó destacando el psicólogo.
Recordando el duro momento que le tocó vivir, a partir de allí su cabeza hizo un clic; significó un antes y un después: “Mi hija tuvo Síndrome Urémico Hemolítico. Esa enfermedad que es una bacteria que trata los riñones y los chicos dejan de hacer pis. Depende cuántos días, mayor riesgo”.
El duro momento que atravesó Gabriel Rolón
En una situación de resiliencia total y en donde tuvo que tener su cabeza muy bien ubicada, aquella etapa no fue nada fácil de sobrellevar. “Malena estuvo 21 días. Hubo que dializarla. Yo ahí aprendí la diferencia entre lo urgente y lo importante, porque todos los días mi pregunta era si había hecho pis”, deslizó Rolón.
Las emotivas palabras de Gabriel Rolón tras convertirse en abuelo: “Yo, que no creo en los milagros, sentí…”
Debido a que la vida lo ponía a prueba constantemente, al poco tiempo ocurriría otro inesperado altercado: “A los quince días, tuvo una hemorragia tremenda. Pensábamos que no pasaba esa noche. El médico me dijo que eso ya no importaba y que había algo que era más urgente. Cuando vi un chorrito de pis pasando por ese cañito, te aseguro que la felicidad fue eso”.
En otra nota que le dio a Clarín durante 2021, Gabriel recordó cómo sus padres atravesaron con él un momento crítico de su vida al enterarse que tenía cardiopatía congénita. “Puede vivir siete días, siete semanas, siete meses”, le dijo el médico que lo diagnosticó. Sin embargo, gracias a otra consulta que realizaron, descubrieron que su escenario no eran tan desolador: “Se va a morir de cualquier otra cosa, déjenlo en paz”.