Un concierto inolvidable en Buenos Aires
Con extrema puntualidad comenzaron a sonar los primeros acordes de Será que no me amas, uno de los clásicos indiscutidos del célebre cantante mexicano. De traje negro y corbata negra sobre una impecable camisa blanca, Luis Miguel (53) hizo explotar a su ansioso público del Movistar Arena, mayormente conformado por mujeres, al son de una de las estrofas más cantadas del mundo: “No culpes a la noche, no culpes a la playa”.
El artista lanzó sin pausa un set compuesto por grandes hits como Amor, amor, amor, Suave, Culpable, Dormir Contigo y Te Necesito. Mientras tanto, sus fanáticas enardecidas bailaron y cantaron al ritmo de la música, pero también de las luces que les fueron entregadas a la entrada del recital en forma de pulseras y que cambiaron de color según el clima musical.
Luis Miguel volvió a los escenarios a 5 años de su última presentación en vivo. A sus 53 años se mostró enérgico, contento y con la voz intacta. No faltaron los comentarios de quienes pusieron en duda si realmente era él o un “doble” como indica el mito ya que su aspecto físico está visiblemente renovado. Las dudas sobre su identidad se disiparon por la inconfundible, y perfecta, entonación de Por debajo de la mesa que fue seguido de inmediato por No se tú.
Mientras el público entonó sus potentes boleros, se mostró sonriente y encantado con sus fans argentinas. Mientras las inmensas pantallas reprodujeron al mexicano que se movió con total fluidez por el escenario, como si los cinco años apartados de la escena no hubieran pasado, otras más pequeñas recordaron sus mejores momentos desde su niñez hasta la actualidad.
Una banda de altísimo nivel
La banda que acompañó a Luis Miguel está conformada por tres coristas, cinco vientos, dos tecladistas, guitarrista, bajista, percusionista y baterista. La banda, perfectamente vestida, fue el sello característico de un show de altísimo nivel. Los músicos en escena jugaron con Luis Miguel con total confianza y lo acompañaron con precisión.
Luis Miguel y su amor por Buenos Aires
Sin mediar palabra, solo se dedicó a cantar en toda la noche, el artista le dedicó a los argentinos un segmento súper emotivo. Durante varios minutos una pareja se apoderó del sector izquierdo del escenario. El dúo comenzó su baile al ritmo de un bandoneón. El músico tomó el micrófono y recordó a Carlos Gardel al interpretar Por una cabeza. De inmediato entonó Volver y El día que me quieras. Con total emoción todos los presentes aplaudieron y agradecieron este gesto.
Emocionantes homenajes a leyendas de la música
Luis Miguel aprovechó la gran tecnología de su show para darse el gusto de cantar en vivo junto a Michael Jackson (1958 – 2009). Si bien ambos nunca llegaron a hacerlo mientras el estadounidense vivía, mantenían un gran fanatismo entre ellos. Es por eso que en esta velada el consagrado artista cantó Smile con profunda emoción. Minutos más tarde fue el turno de Frank Sinatra (1915 – 1998) quien apareció virtualmente por medio de las pantallas y el gran montaje dio la sensación de estar viéndolo en vivo. Junto a la voz del estadounidense, Luis Miguel interpretó Come Fly With Me.
Un final inolvidable
Casi al final de la noche, que se mantuvo en lo alto continuamente, La incondicional enloqueció a los presentes. Este tema, creado por Juan José Calderón, y llevado a la fama por Luis Miguel se cantó con el respeto que un himno musical de semejante importancia se merece. Para dejar un sabor dulce, soltó en seguidilla sus temas más bailables: Ahora te puedes marchar, La chica del bikini azul y Cuando calienta el sol. Para finalizar eligió Cucurrucucu Paloma y mientras su banda lo acompañaba con exactitud, Luis Miguel entregó a sus fanáticas decenas de flores blancas.
La noche cargada de emoción tuvo homenajes a Carlos Gardel, Michael Jackson y Frank Sinatra.
Fotos: Mailén Ascui.