La increíble historia de Alma
Alma llegó al piso de Los 8 escalones y emocionó a todos desde el comienzo. Su energía y alegría invadieron el estudio, despertando la curiosidad de todos. Cada escalón que subía, Guido sorprendido por su actitud, le preguntó a qué se debía tanta felicidad. Alma confesó que había pasado por momentos difíciles en su vida, pero que ahora era el momento de disfrutar.
Al convertirse en finalista, Alma decidió compartir parte de su historia. Guido reveló que ella es chocolatera y trabaja desde su casa haciendo bombones. Pero detrás de esa profesión, hay una historia de superación.
La lucha por salir adelante
Alma contó que tuvo que trabajar en diferentes empleos para poder salir adelante. En un momento de su vida, se encontró en una situación de calle y quedó fuera del sistema. Fue entonces cuando recurrió a la venta de chocolates, pizzas y bombones para obtener dinero y poder alquilar una habitación en una pensión.
Con el tiempo, Alma logró alquilar un departamento y criar a sus cuatro hijos. Sin embargo, la pandemia llegó y tuvo que reinventarse una vez más. Comenzó a entregar desayunos y regalos a domicilio, saliendo en las mañanas con mucho frío. A pesar de las dificultades, Alma logró salir adelante y ahora vive en González Catán.
La fuerza de Alma
Alma concluyó su relato con una reflexión sobre la importancia de valorar cada día y agradecer por estar vivo. A pesar de haber pasado por un quirófano debido a una enfermedad, ella sigue adelante y transmite esa fuerza a sus hijos y nietos.
La historia de Alma es un ejemplo de superación y resiliencia. A través de la venta de chocolate, logró reconstruir su vida y encontrar la felicidad. Su historia nos enseña que siempre hay una luz al final del túnel y que, con determinación y esfuerzo, podemos superar cualquier obstáculo.
