Una conexión única
Paula Chaves y su hija Olivia comparten una relación especial y llena de amor. Nacidas con menos de una semana de diferencia, estas dos virginianas pura cepa han crecido juntas y se han convertido en dos mujeres fuertes y talentosas.
Desde el momento en que Olivia llegó al mundo, Paula supo que su vida había cambiado para siempre. En una entrevista con la revista GENTE, Paula compartió sus emociones y cómo se sintió al convertirse en madre por primera vez: “Cuando Olivia salió y me la apoyaron sobre el pecho, sentí el amor más puro, inmenso, único, y comprendí que mi vida cambiaba para siempre”.
Los primeros días de vida
Después del nacimiento, Olivia tuvo que ser llevada al área de neonatología para realizarle algunos controles. Aunque sus padres estaban expectantes, Paula aseguró que nunca tuvo miedo por la salud de su hija, ya que los médicos estuvieron presentes en todo momento y les explicaron cada paso de los estudios que le realizaron.
En esos primeros días de absoluta intimidad, Pedro Alfonso, el padre de Olivia, demostró ser un padrazo. Paula destacó su habilidad para cuidar a la pequeña y recordó cómo se preparó para el momento del parto: “En el quirófano tenía puesta una bata con la inscripción: ‘Voy a ser papá’. ¡Imagínate! Con la bata y la cofia, estaba hermoso”.
Una niña tranquila y dormilona
A diferencia de lo que muchos les habían advertido, Olivia resultó ser una niña tranquila y dormilona. Paula y Pedro se sorprendieron gratamente al ver lo fácil que era cuidarla en esos primeros días: “Por ahora dormimos los tres en el mismo cuarto. Pero Oli es una santa. Tiene hambre cada cuatro horas, pide teta y casi no llora”, reveló Paula.
Paula también mencionó que se obsesionó un poco con la limpieza y la higiene, especialmente en los primeros días: “No quiere que nadie toque a la beba si antes no se lava las manos”.
Una mezcla perfecta
A medida que Olivia crecía, sus padres comenzaron a notar los rasgos que heredó de cada uno de ellos. Pedro destacó que tiene los ojos de Paula, mientras que Paula mencionó que tiene la boca de Pedro. Pero más allá de los detalles físicos, lo más importante es la magia que Olivia trae a sus vidas: “Olivia es mágica”, afirmó Paula.
Un amor incondicional
Paula decidió tomarse un tiempo fuera de la televisión para disfrutar al máximo de la maternidad de Olivia y luego de su segundo hijo, Baltazar. Aunque recibió ofertas para volver a la pantalla, decidió priorizar a su familia y dedicarse por completo a sus hijos.
La historia de amor y complicidad entre Paula Chaves y Olivia es una muestra de la conexión especial que puede existir entre una madre y su hija. A lo largo de los años, han crecido juntas y se han convertido en un equipo inseparable. Sin duda, su relación es un ejemplo de amor incondicional.
