El viaje espiritual de Donato De Santis a Japón con su hija adolescente
Para Donato De Santis no se trata de un simple viaje de descanso y esparcimiento. El reconocido chef ha armado las valijas y ha partido rumbo a Japón junto a su hija de 18 años, Francesca, con el objetivo de sumergirse en la cultura milenaria que inspira su religión: el budismo.
Donato De Santis ha compartido que su interés por el budismo surgió a raíz de una experiencia en un Ashram en los años setenta. Aunque inicialmente acompañó a una amiga, quedó tan enganchado con la filosofía budista que decidió quedarse semanas. Desde entonces, ha profundizado en su práctica y sigue una corriente menos comercial basada en el Japón.
El budismo ha tenido un impacto significativo en la vida de Donato De Santis. Le ha brindado tranquilidad, fuerza y enfoque, además de enseñarle a asumir responsabilidades y comprender la ley de causa-efecto. En su hogar, tiene un altar con un gohonzon, un pergamino de veneración, y reza dos veces al día con su juzu, un collar budista con 108 cuentas que representan los deseos mundanos.
Una experiencia espiritual compartida
Durante su viaje a Japón, Donato y Francesca han tenido la oportunidad de degustar sabores típicos de oriente, participar en una peregrinación al altar más importante de la ciudad y alojarse en una típica habitación japonesa con acolchados en el suelo. Padre e hija han disfrutado de una experiencia espiritual única que fortalece su vínculo y les permite sumergirse en la cultura budista de manera más profunda.
Conclusión
El viaje de Donato De Santis a Japón con su hija adolescente va más allá de un simple paseo turístico. Es una oportunidad para explorar la cultura budista y compartir una experiencia espiritual única. El budismo ha cambiado la vida del reconocido chef, brindándole tranquilidad, fuerza y enfoque. Este viaje representa un momento de conexión y crecimiento tanto para Donato como para su hija, fortaleciendo su vínculo y permitiéndoles sumergirse en la cultura milenaria que inspira su religión.
