El dolor profundo de Stefy Xipolitakis a un mes de la muerte de Silvina Luna
Stefy Xipolitakis es otra de las víctimas que vive inmersa en la preocupación tras operarse con Aníbal Lotocki. Y a un mes de la muerte de Silvina Luna, la modelo se volcó a su cuenta de Tik Tok para hablar del sufrimiento que padece y pedir justicia.
“Nunca elegí que lo mío se sepa. Tuve que aprender a expresarlo para ayudar al otro. Lo que cuento ahora me llevó mucho psicólogo, psiquiatra y abogados. Porque empecé calladita con mi alma, descubriendo qué era lo que pasaba con mi cuerpo. Yo fui por otra cosa y de repente me encontré con una bomba en mi cuerpo. Todas las cosas que estoy haciendo son porque puedo apoyarme en mis abogados”, expresó Stefy.
“Tratamos de darles lo mejor a las personas que se están enterando de esto. Fernando Burlando se ofreció ad honorem a seguir los casos en la Justicia. Mi dentista entró a sacarse las bolsitas de los ojos con esta misma persona y terminó sin panza y con cola. O sea, no elegimos, alguien eligió por mí. Alguien me sacó el derecho de tener salud. Salud física y salud mental. La mental te la aniquila. Yo estuve bajo tierra en las últimas semanas”, compartió Xipolitaxis en Infobae.
Stefy Xipolitakis se quebró al escuchar cuántos años de vida tras operarse con Lotocki
“Cada seis meses me tengo que hacer controles para saber si está todo bien, si no se desarrolló nada grave que no tenga retorno. Obviamente, hay cosas que están pasando en mi cuerpo que voy a tener para siempre”, contó la mediática sobre la rutina médica que tiene que respetar si o si.
“Los dolores empezaron tres meses después de hacerme una transferencia de grasita porque estaba muy flaca. Todas las temporadas de verano en que había trabajado eran aniquilantes, a la mañana me hacía cargo de un móvil en Mar del Plata, tenía que estar divina y con las últimas noticias. Después al mediodía había eventos, fotos. A la tarde dos funciones de teatro y a la noche dos funciones más. El cuerpo, cuatro meses así, no te acompaña tanto, sin dormir, sin comer. Y tenía que seguir la temporada en Buenos Aires”, contó Stefy.
“Estaba hecha un palito y me decían: estás re raquítica, ¿te volviste anoréxica? ¿Qué pasó? Entonces caí en este lugar pensando que era serio porque muchas compañeras mías se atendían ahí, inclusive mi hermana. Ese también es mi gran dolor. Pero hay que ser fuerte para llevar todo adelante”, recordó Xipolitakis.
