La trágica confesión de Soledad Silveyra
Soledad Silveyra es una artista que ha dejado una huella imborrable en el mundo de la actuación desde sus inicios a los 16 años, cuando comenzó a trabajar con Sandro. Sin embargo, detrás de esa característica sonrisa se esconde una historia de vida marcada por el sufrimiento.
En una reciente entrevista, Soledad confesó que vivió más de cinco décadas sumida en una pesadilla de terror debido a la adicción de su madre a las pastillas. Esta adicción, que abarcaba desde pastillas para dormir hasta pastillas para comer o no comer, finalmente tuvo un desenlace trágico.
El trágico final
Soledad Silveyra reveló que su madre se suicidó a los 52 años. A pesar de todo el sufrimiento que le causó, Soledad logró perdonarla, lo cual considera que fue lo más hermoso que pudo hacer. Sin embargo, tardó 15 años en visitar el lugar donde su madre vivía en La Rioja, ya que estaba en el último pueblo de la provincia.
La intervención de Andy Kusnetzoff en la entrevista llevó a Soledad a reflexionar sobre el triste desenlace de su madre, que fue producto de un malentendido con su hermano. Sin embargo, después de analizarlo detenidamente, Soledad reveló su versión de los hechos y por qué cree que ocurrió de otra manera.
La versión de Soledad Silveyra
Según Soledad, su hermano le dijo a su madre que quería irse. En ese momento, su madre le disparó, pero su hermano cayó en una zanja y ella creyó que lo había matado. Fue entonces cuando decidió darle la vuelta al arma y quitarse la vida. Soledad nunca olvidará el momento en que recibió la llamada que le informaba sobre el suicidio de su madre.
Aunque la situación era angustiante, para Soledad fue un alivio, ya que finalmente su madre encontró la paz. A partir de ese momento, Soledad pudo comenzar a sanar y encontrar su propia paz.
Conclusiones
La historia de Soledad Silveyra es un testimonio de fortaleza y superación. A pesar de los años de sufrimiento, logró perdonar a su madre y encontrar la paz interior. Su historia nos enseña que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz al final del túnel.
Fuentes:
– Entrevista a Soledad Silveyra en PH