La guerra en Gran Hermano por los cigarrillos
Gran Hermano, el famoso reality show, no deja de sorprender con sus conflictos internos. En esta ocasión, la disputa se desató por el consumo de cigarrillos, generando tensiones entre los participantes.
El conflicto se originó entre aquellos que deseaban seguir fumando y estaban dispuestos a sacrificar parte de su comida, y aquellos que priorizaban los alimentos y no estaban dispuestos a ceder en el presupuesto destinado a la compra de cigarrillos.
El conductor del programa, Santiago del Moro, presentó un informe detallando cómo se desarrolló el enfrentamiento. Según sus palabras: ‘Hubo problemas por el presupuesto y por los cigarrillos. ¿Y por qué hubo problemas? Porque hay una parte que fuma y otra parte que no fuma, pero todos tienen que comer’.
Las quejas y reclamos
La primera en manifestar su descontento fue Zoe Bogach, quien expresó su indignación ante los reclamos de sus compañeros: ‘Es injusto. Si no me voy a pedir una caja de puchos yo también y voy a empezar a fumar en vez de comer una fruta, listo’.
Catalina Gorostidi también se sumó a las quejas: ‘Estoy re enojada. Quería pedir un paquete más de puchos y les dije que no. Entiendo lo de los puchos, pero Emma diciendo que solo hay que comprar dos quesos… No vamos a dejar de comprar pan para comprar más cigarrillos’.
Los argumentos a favor de comprar más cigarrillos
Emma Vich defendió su postura alegando que el tema de los cigarrillos le molestaba: ‘Me rompe las pelotas ese tema. Yo no me levanto y me hago 750 huevos, boludo. Vos (por Bautista Mascia) te hacés 750 huevos y 300 café con leche y no te digo nada, Bauti. Acá comen carne a la mañana, carne a la noche y carne todo el día. No para de comer carne’.
Por su parte, Furia se puso del lado del cordobés y reclamó que necesitaba los cigarrillos. Propuso un acuerdo mutuo: ‘Si yo no fumo, ustedes bajen las porciones de comida. Si te comés dos platos, comete solo dos ahora’.
La resolución final
Finalmente, tras intensas discusiones, se llegó a un acuerdo y se decidió no comprar más cigarrillos. Los participantes debieron ceder en sus demandas y encontrar un equilibrio para satisfacer las necesidades de todos.
Conclusión
La guerra por los cigarrillos en Gran Hermano dejó en evidencia las tensiones y conflictos que pueden surgir en un ambiente cerrado y con recursos limitados. Aunque el deseo de fumar generó fuertes discusiones, al final prevaleció la necesidad de alimentarse adecuadamente. Esta disputa nos muestra cómo los participantes deben aprender a convivir y encontrar soluciones en situaciones difíciles.