El increíble terremoto que sacudió a Nueva York en 1884
Una región de Estados Unidos se vio afectada este viernes por un importante terremoto de 4,8 de magnitud, que tuvo su punto principal en la ciudad de Nueva York y afectó también a Nueva Jersey, Filadelfia y Connecticut. Aunque fue importante este sismo, que afortunadamente no generó un gran número de daños y víctimas, no fue el peor que haya vivido la población estadounidense. Ese sin dudas fue el del año 1884.
Fue hace 140 años, con una escala un tanto mayor, de 5,5 y fue denominado El Gran terremoto de Nueva York. Se produjo cerca de la costa noroeste del océano Atlántico, y afectó más de 30 ciudades, desde el centro de Virginia al sur de Maine, y al oeste hasta Cleveland.
Este fue el más fuerte que se registró en la región hasta ahora, y que justamente los especialistas en sismología habían asegurado que la zona era terreno vulnerable a este tipo de fenómenos. No fue hasta el año 1935, año en el que Charles F. Richter desarrolló las escalas que mide la magnitud de este tipo de desastres naturales, que pudieron establecer la cifra de 5,5 y que sirva como comparación de futuros terremotos.
Cómo se vivió el gran terremoto de 1884 en Nueva York
Ante un fenómeno de tal magnitud, hubo importantes daños materiales: “Se agrietaron muros en varios estados, entre ellos Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania. Muchas ciudades desde Hartford hasta West Chester informaron de ladrillos caídos y yeso agrietado”, habían declarado vecinos de las localidades afectadas.
El diario New York Times informó por entonces que estructuras de gran tamaño como la Oficina de Correos y el Edificio Equitable “parecían balancearse de un lado a otro”, y que la Oficina de Telégrafos de Western Union recibió informes de vecinos experimentando el impacto del terremoto desde Pensilvania hasta Maine y tan al sur como Washington. Los informes de los periódicos sobre experiencias personales fueron numerosos durante esa semana. Hubo diversidad de situaciones relatadas, desde temblores en toda la casa, caída de chimeneas, ventanas, vajilla y lámparas que estallaron ante las vibraciones. Otros tantos no pasaron de un grave susto.
Uno de los cambios en la forma de construir, para resistir un terremoto
Pasaron casi 111 años del Gran Terremoto de 1884 en Nueva York hasta que se decidió realizar un importante cambio legislativo en la ciudad de la Gran Manzana. Es que luego de tantos problemas generados por este tipo de desastres naturales, se hizo una modificación en el Código de Edificación. Fue en el año 1995. Una nueva ley exige que las nuevas estructuras sean diseñadas contra la actividad sísmica.
Varios años más tarde, en junio de 2017, se presentó un estudio para actualizar esta nueva normativa de 1995, explicando que la exigencia de entonces no planteaba modificaciones para los viejos edificios existentes. De esta manera, se iniciaron trabajos en distintos puntos de la región en pos de mejorar las estructuras edilicias, haciéndole una adición de refuerzo sísmico, que permita disminuir los efectos de futuros terremotos y así evitar las posibilidades de fallas estructurales en edificaciones de gran tamaño que podrían provocar tragedias.