La atención se centra en Furia
La atención de Gran Hermano giró en torno a Furia, como nunca antes, por su abandono de la casa, que se motorizó en la necesidad de llevar a cabo una batería de análisis médicos, en una clínica, para determinar un diagnóstico por su endeble estado de salud.
Juliana Scaglione se retiró del certamen y rompió el aislamiento durante este miércoles, ya que la producción la trasladó al sanatorio Los Arcos, donde le efectuaron una gama completa de estudios, en pos de detectar con mayor profundidad a qué se debían esos parámetros anómalos que arrojaron unos chequeos preliminares.
La incertidumbre se apoderó de los participantes del juego y principalmente de los fanáticos. Así como no abundaron los datos certeros respecto a su problemática. No obstante, en Intrusos se animaron a transmitir un panorama, a partir de las averiguaciones que ejecutaron con personal de la clínica.
La reacción de los participantes
Varios de los integrantes del reality demostraron una apatía profunda y ni se inmutaron, es decir, no se acercaron a Juliana, como fueron los casos de Manzana, Virginia y el Chino. Así como Coti Romero, Zoe y Paloma tampoco efectuaron un movimiento estridente.
El regreso de Furia
Cerca de las cuatro de la tarde, Furia regresó a la casa de Gran Hermano. En ese sentido se viralizaron las imágenes del preciso instante en que atravesó la puerta, vestida con una capucha y con un movimiento de sigilo. A partir de ahí, el interés se direccionó en dilucidar las reacciones de los concursantes.
Preocupación por la salud de Furia
La salud de Furia genera temor y preocupación, ya que tuvo que ser internada tras abandonar Gran Hermano. Los informes médicos revelan que está deshidratada, con hematomas y pérdida de masa muscular. A pesar de esto, algunos participantes no mostraron alegría por su regreso.
