El desolado príncipe Harry en Londres: desaires y alianzas fallidas
En el marco del décimo aniversario de los Juegos Invictus, competición creada por el príncipe Harry, que celebró con un servicio religioso en la catedral de San Pablo, a la que se desplazaron 1.000 personas, incluidos representantes de todas las naciones que participan en la cita deportiva, el actor Damian Lewis, el hijo menor de Lady Di volvió a Inglaterra. En ese sentido, el duque de Sussex, quien aterrizó este martes en Londres, llegó solo a la misa y sin ningún miembro de la Familia Real británica. Imagen que dejó cuenta de la aún fragmentada relación con la corona.
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Sobre esa línea, se vio al royal llegar a la ceremonia religiosa minutos antes de las 17 hs, y fue recibido por el decano del templo, el reverendo Andrew Tremlett. Si bien el duque no contó con la presencia de ninguno de sus familiares de parte de padre, se lo vio acompañado por su familia materna. Concretamente por sus tíos: Charles Spencer y Lady Jane Fellowes. Los hermanos de la princesa Diana a los que saludó efusivamente cuando los vio dentro de la catedral, estando ya sentados en uno de los bancos. También estaban los primos de Harry, George McCorquodale, Ned Spencer y Louis Spencer, vizconde de Althorp. Asimismo, no faltaron a la cita de Harry el abogado David Sherbourne, quien lo ha representado en su batalla contra los tabloides británicos; el exescudero de Carlos III y mentor de sus hijos, Mark Dyer, al que el príncipe considera un segundo padre y lo eligió como padrino de bautismo de Archie; su exsecretario privado, Ed Lane Fox y el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
Aunque el príncipe Harry no contaba con la presencia de ningún miembro de la realeza en los eventos celebratorios de los Juegos Invictus, lo cierto es que sí esperaba tener un encuentro con su padre, tal vez un tanto más extensa que aquellos 15 minutos de la última vez, cuando lo fue a ver post anuncio de su cáncer. Aquella visita exprés que el duque de Sussex hizo en febrero a su padre luego de conocerse su estado de salud, fue traducido como un paso más para la reconciliación. Sin embargo, el quinto en la línea sucesoria al trono no se ha reunido con Carlos III en estas más de 24 horas que lleva en Londres y tampoco está previsto que lo haga antes de irse. De hecho, según confirmaron desde el entorno del príncipe: “Lamentablemente no será posible debido al apretado programa de Su Majestad. El Duque, por supuesto, comprende la agenda de compromisos y otras prioridades de su padre y espera verle pronto”.
Un desaire absoluto que llega de la manera menos pensado para el royal, quien parece que tampoco pudo concertar un encuentro con Kate Middleton, en un intento de recomponer su vínculo con su hermano el príncipe William. Ya que, tampoco está previsto que se reúna con los príncipes de Gales. Mientras que el heredero al trono viajará este jueves a Cornualles para continuar con su agenda, Middleton continúa volcada en su recuperación y en el tratamiento de quimioterapia preventiva que comenzó en febrero. Según trascendió, la princesa no cree que sea el momento de reunirse con Harry y tener a la prensa encima. Un tema que fue muy mediático y que podría reavivarse en medio de su proceso de recuperación. De hecho, circuló que solo accedería a reunirse si el propio rey se lo pide.
Harry inauguró su agenda en la ciudad que lo vio nacer con una visita a la sede de la Honorable Compañía de Artillería el martes, donde se llevó a cabo una conferencia de los Juegos Invictus presentada por Louise Minchin y a la que asistieron también Sir Keith Mills y Ken Fisher. Este miércoles, mientras los Windsor se reunieron en Buckingham (a unos 4.5 kilómetros de la catedral de San Pablo) para celebrar la primera fiesta de jardín de la temporada, que se ha extendido entre las 16:00 y las 17:00, el duque de Sussex se encontraba en la ceremonia religiosa de su organización.
Según justificó la corona, el aparente desaire de Carlos III a su hijo, los reyes debían abrir las puertas del palacio, sede oficial de la monarquía británica desde 1837, para continuar con la tradición que le encantaba a Isabel II y que se remonta a la época de la reina Victoria, acompañados por otros familiares como los duques de Edimburgo, la princesa Ana y los duques de Gloucester. Aunque todo parece apuntar a que Harry no se reencontrará con su familia en los días que le quedan en la capital británica, hay quienes señalan que una visita express y sin registro de la prensa entre el monarca y su hijo no es una idea descabellada. Ya sucedió antes durante la coronación del Rey, y cuyo encuentro trascendió semanas después. No obstante, haya o no un encuentro entre el royal y su padre, lo que si es seguro es que a finales de semana, el duque se reunirá con Meghan Markle para emprender viaje a Nigeria, y cumplir con la invitación que el jefe del Estado Mayor de la Defensa del país le hizo en la última edición de los Invictus.