La envidia en Gran Hermano
Furia siempre dijo que todo el mundo le tenía envidia, lo que pasaba en contra de ella se lo hacían porque les gustaría estar en su lugar. Por eso, ya una vez fuera de la casa más famosa de la Argentina, explicó cómo hacía para darse cuenta que la gente la envidiaba.
Muchos fueron los que sufrieron las acusaciones de Juliana Scaglione. Obviamente sus compañeros fueron los que peor la pasaron, ya que normalmente eran ellos los que se enfrentaban a la entrenadora personal. Aunque también atacó, por la misma razón, a los familiares de los hermanitos.
Algunas de las que le tocó sufrir la violencia de la ex doble de riesgo, al menos las que no tenían nada que ver con el juego, fue la hija de Virginia, a quien maltrató porque supuestamente no la quería y era una falsa que le sonreía solo para quedar bien.
Las víctimas de la envidia
Otra que corrió con la misma mala suerte fue Marisol, la novia del Chino. Supuestamente llegó para manipular a Martín, haciéndolo una persona mentirosa, misógina y codiciosa a más no poder, ya que le tenían envidia y querían quedarse con todo por lo que ella había luchado.
La revelación de Furia
De las pocas declaraciones que pudo dar Furia frente a los analistas, ya que la cortaban y no la dejaban terminar las explicaciones, se animó a revelar la forma en la que se daba cuenta que ciertas personas le tenían envidia. Hizo especial énfasis en aquellos que eran ajenos a Gran Hermano.
“Me tenían envidia. Lo sentí cada vez que entraba un familiar. Venían, me abrazaban y me decían: ‘muchas gracias por querer a mi hijo’. Pero también sentí mucha envidia de distintos jugadores. De jugadores que entraron nuevos y de familiares jugadores”, confesó.