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El increíble encuentro entre Luciano Castro y Mike Tyson

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El increíble encuentro entre Luciano Castro y Mike Tyson

El amor por el boxeo de Luciano Castro

Sabido es que Luciano Castro es un gran amante del boxeo. Lo contó muchas veces. Ahora, en una charla, el actor recordó su vergonzoso encuentro con Mike Tyson, a quien conoció a pesar de su “patético inglés”.

“Siempre fui con mi viejo al Luna Park y escuché hablar de boxeadores. Yo no quería boxear, pero me metieron en un gimnasio a los 14 años y me empezaron a pegar”, comenzó contando Luciano Castro.

“Recién a los 18 me di cuenta de que estaba metido en el boxeo como loco y que lo amaba como a todo ese mundo. En el ring no era un estilista, era un peleador. Hice seis peleas amateurs, perdí cuatro y gané dos”, continuó el actor.

El encuentro con Evander Holyfield

Si bien reconoce que le encantaba boxear, aclaró que algunas lesiones lo hicieron abandonar la práctica activa. “Al final terminé trabajando de sparring y así estoy ahora: me cuesta caminar. Tengo un brazo roto y un hombro se me sale de lugar”, explicó Luciano Castro.

Por otra parte, recordó cómo fue el momento en el que conoció a dos grandes exponentes del boxeo a nivel mundial: Evander Holyfield y Mike Tyson. Al primero de ellos lo vio cuando éste incursionó en la pista del Bailando por un Sueño.

“Fue un papelón. Me acuerdo que le pedí a un amigo que me avisara cuando estuviera ensayando solo. Cuando me dijo que era el momento, me puse nervioso. Entré como si fuera Tinelli, eludiendo a la seguridad de Ideas del Sur y la de él. Le llevé los guantes con los que debuté como amateur para que me los firmara, pero como no hablo nada de inglés, parecía el very difficult de Tevez”, contó Luciano Castro.

El emocionante encuentro con Mike Tyson

Por último, sobre Mike Tyson, relató: “Fui a verlo en su stand up a Punta del Este, pero cuando estaba en el aeropuerto, mi mujer me dijo: ‘Gordo, no te excites ni hagas papelones, pero lo tenés sentado atrás tuyo’. Así, con mi inglés patético, le pedí si le podía besar la mano y hacernos una foto. Fue terrible, porque cuando me acerqué salieron patovas de todos lados. Por suerte su manager es mexicano y le pude explicar la admiración que sentía por él”.

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